El Ángel Sonriente
Había una vez una niña llamada Sofía, que tenía 6 años y a quien le encantaba jugar y reír. Pero un día, Sofía se enfermó de un tumor cerebral.
Sus padres estaban muy preocupados y la llevaron al médico para que la cuidara. El médico hizo todo lo posible para ayudar a Sofía, pero su enfermedad era muy difícil de tratar. A pesar de los tratamientos y las medicinas, el tumor seguía creciendo lentamente.
Sofía pasaba mucho tiempo en el hospital, rodeada de doctores y enfermeras. Aunque estaba asustada y triste por estar tan enferma, siempre mantenía una sonrisa en su rostro.
Un día, mientras jugaba con sus muñecos en su habitación del hospital, Sofía vio un destello brillante fuera de la ventana. Se acercó para ver qué era esa luz tan hermosa y allí encontró a un pequeño ángel parado frente a ella. -¡Hola! -dijo el ángel con una voz dulce-.
Soy Miguelito, tu nuevo amigo del cielo. Sofía estaba sorprendida pero emocionada por conocer a Miguelito. Juntos empezaron a hablar sobre muchas cosas: juegos divertidos, lugares mágicos e historias fantásticas.
Con el tiempo, Sofía comenzó a sentirse cada vez más débil debido al tumor que crecía en su cabeza. Aunque estaba cansada y dolorida, nunca perdió su espíritu valiente y feliz.
Un día, cuando ya no podía caminar o jugar como antes, Miguelito le dijo algo especial:-Sofía, sé que te sientes muy mal ahora mismo. Pero quiero que sepas que muy pronto serás un ángel en el cielo. Podrás volar, jugar y reír sin límites. Sofía se emocionó al escuchar esto.
Aunque extrañaría a su familia y amigos, sabía que estaría en un lugar lleno de amor y felicidad. Poco después, Sofía se convirtió en un ángel. Tenía unas hermosas alas blancas y podía volar por todo el cielo.
Ahora estaba libre de dolor y enfermedad. Desde el cielo, Sofía veía cómo sus padres seguían adelante con sus vidas, aunque siempre la recordaban con amor. También veía a sus amigos crecer, aprender y disfrutar de la vida.
Un día, mientras volaba por el cielo, Sofía vio a una niña triste sentada sola en un parque. Se acercó a ella y le preguntó qué le pasaba. -La vida es tan difícil -dijo la niña-. Extraño a mi abuelita que murió hace poco tiempo.
Sofía sonrió dulcemente y le dijo:-Entiendo cómo te sientes porque yo también extraño mucho a mi familia.
Pero quiero decirte algo: aunque nuestras personas queridas ya no están aquí con nosotros, siempre vivirán en nuestros corazones como estrellas brillantes en el cielo nocturno. La niña miró hacia arriba y vio todas las estrellas brillando intensamente. Entonces sonrió por primera vez desde hacía mucho tiempo.
A partir de ese día, Sofía se convirtió en un ángel guardián para aquellos que necesitaban consuelo o una palabra amable. Ayudaba a los niños tristes a encontrar la felicidad y les recordaba que siempre hay una luz brillante en medio de la oscuridad.
Y así, Sofía aprendió que aunque las cosas pueden ser difíciles a veces, siempre hay esperanza y amor. Su espíritu valiente y su sonrisa eterna continuaron inspirando a todos aquellos que conocían su historia.
Y así termina esta historia, pero recuerda, si alguna vez ves una estrella brillando en el cielo por la noche, piensa en Sofía y sonríe porque ella está allí cuidándote desde lo alto como un hermoso ángel.
FIN.