El Anillo de Coraje
Había una vez, en una tierra lejana, un pequeño pueblo llamado Valeri donde siempre brillaba el sol. Sin embargo, una sombra oscura se cernía sobre el lugar: un antiguo castillo abandonado que estaba envuelto en leyendas aterradoras. Todos los niños del pueblo temían aquel lugar, especialmente María y su amigo Lucas, dos valientes aventureros de corazones intrépidos.
Un día, María se acercó a Lucas con un mapa antiguo que había encontrado en el desván de su abuela.
-Mirá, Lucas, este mapa dice que en el castillo hay un anillo de poder. ¡Podría ser la clave para liberar a Valeri de la sombra que lo acecha! - dijo María con entusiasmo.
-¿Un anillo de poder? ¿Y si está custodiado por un dragón? Todavía tengo el recuerdo de que hace dos años, el viejo don Enrique nos contó sobre ese dragón que se comía a los niños valientes,- respondió Lucas un poco dudoso.
-¿Y si el dragón solo está asustado? - preguntó María, con confianza.
-Además, tengo un amuleto de la suerte que me dio mi abuela. No pensamos en perder, ¿verdad? - aportó Lucas, intentando convencer a su amigo.
Finalmente, decidieron aventurarse hacia el castillo. Al llegar, se podía ver la imponente estructura cubierta de hiedra y murciélagos. Al pasar la puerta de entrada, se encontraron con una sala oscura.
-¡Escuchás eso! ,- dijo Lucas, temblando de emoción y miedo.
-Sí, suena como si alguien estuviera llorando,- contestó María, tomando la mano de Lucas.
Sigilosamente, avanzaron hasta encontrar a un pequeño dragón de escamas brillantes.
-¡No me comas! ,- gritó Lucas.
-¡Espera! ,- dijo María, al ver que el dragón estaba triste y no parecía agresivo. -¿Por qué llorás? -
El dragón levantó la cabeza y dijo con un susurro profundo,
-Estoy solo. Todos me tienen miedo y nunca se acercan a mí. Solo quiero amigos.-
María y Lucas miraron al dragón y entendieron que no todos los seres que parecían peligrosos eran enemigos.
-Te ofrecemos nuestra amistad -dijo María. -¿Nos ayudarías a encontrar el anillo de poder? -
El dragón, emocionado, aleteó sus pequeñas alas, atmósfera de alegría en la sala.
-Seguro, el anillo está en la torre más alta. Debemos ser valientes juntos.-
Con el dragón a su lado, los tres ascendieron por las escaleras del castillo, enfrentando diversas trampas y desafíos. Un día, llegaron a un pasillo oscuro, donde se oía un rugido poderoso.
-¿Crees que eso es un guardián del anillo? - preguntó Lucas con los ojos bien abiertos.
-No lo sé,- contestó María, y luego con determinación agregó: -¡Pero debemos intentarlo! -
Al asomarse, vieron un gran guardián de piedra con una mirada feroz.
-¿Quién se atreve a entrar aquí? ,- tronó el guardián.
-¡Oh! Venimos en paz,- dijo María, tomando valor.- Estamos buscando el anillo, pero no queremos pelear, solo deseamos ayudar a nuestro pueblo.-
-Muchas almas valientes han intentado tomar el anillo, pero solo aquellos con verdadero coraje pueden tenerlo,- replicó el guardián.
María y Lucas miraron al dragón.
-¿Qué haremos? - preguntó Lucas, casi sin aliento.
Tomo aire y María dijo con convicción,
-¡Tendremos que demostrar nuestro valor, ayudándonos unos a otros! Debemos enfrentar nuestros miedos. Nosotros no estamos solos.-
Juntos, los tres comenzaron a contar historias sobre valentía, amistad y cómo habían superado sus miedos. Con cada historia que contaban, el guardián de piedra comenzó a sonreír.
-Parece que sí tienen verdadero coraje. ¡Vamos, el anillo es de ustedes! ,- dijo este, abriendo un pasaje oculto en la pared.
Al ingresar, encontraron un delicado anillo dorado en un pedestal.
-Lo logramos,- dijo Lucas.
-¡Sí! Y tenemos un nuevo amigo,- exclamó María mientras el dragón se acercaba a ellos.
Cuando regresaron al pueblo, el sol resplandecía mucho más brillante que antes. La oscuridad que había acechado a Valeri se desvaneció con el poder del anillo, y el dragón fue aceptado como uno más en la comunidad.
María, Lucas y su amigo dragón vivieron muchas otras aventuras, pero siempre recordaron que la verdadera amistad y el coraje son lo que siempre se necesita para superar cualquier desafío. Y así, Valeri volvió a ser un lugar lleno de risas y luz, donde jamás se sombra de miedo volvió a asomarse.
FIN.