El año de don Pepe

Don Pepe era un anciano muy querido en su barrio. Siempre tenía una sonrisa en el rostro y una palabra amable para todos. Un día, don Pepe decidió que quería hacer algo especial.

"¡Voy a plantar un árbol para que crezca y dé sombra a los niños del barrio!" - exclamó emocionado. Con mucho esfuerzo, don Pepe preparó la tierra, plantó la semilla y la cuidó con amor.

Pasaron los meses y el árbol comenzó a crecer, pero don Pepe notó que algo no estaba bien. Las hojas se marchitaban y el árbol no crecía como él esperaba. Entonces, don Pepe decidió investigar y descubrió que el suelo estaba contaminado. Sin embargo, don Pepe no se rindió.

Con la ayuda de los vecinos, limpiaron el suelo y cuidaron del árbol con esmero. Poco a poco, el árbol comenzó a recuperarse y finalmente creció fuerte y frondoso.

Don Pepe se sintió orgulloso y feliz al ver cómo su esfuerzo había dado frutos. Los niños del barrio ahora podían jugar bajo la sombra del hermoso árbol, y don Pepe comprendió que con perseverancia y ayuda de los demás, todo es posible.