El aprendiz de carpintero
Era una vez un niño llamado Juanito, de 8 años, que siempre había sentido curiosidad por las herramientas que su papá guardaba en el garaje. Un día, le pidió a su papá que le enseñara a usarlas.
Su papá, emocionado por la iniciativa de su hijo, le explicó que las herramientas eran poderosas, pero también peligrosas si no se usaban con cuidado. Juanito prometió ser responsable y prestar atención a todas las instrucciones.
Su papá empezó por enseñarle a usar un martillo, mostrándole cómo clavar un clavo en un trozo de madera. Después, le enseñó a usar una sierra, explicándole cómo cortar madera con cuidado y precisión. Juanito estaba emocionado y concentrado, aprendiendo cada paso con entusiasmo.
Una vez que dominó esas herramientas, su papá le enseñó a usar un taladro, mostrándole cómo hacer agujeros en diferentes superficies. Juanito estaba encantado con la idea de crear cosas con sus propias manos.
Después de unas semanas de práctica, su papá lo sorprendió con un pequeño proyecto: construir juntos una casita de madera para pájaros. Juanito estaba emocionado y nervioso, pero con la guía de su papá, lograron terminarla con éxito.
Juanito había aprendido a usar herramientas manuales con habilidad y seguridad, y además, ¡había construido algo hermoso con su propio esfuerzo! A partir de ese día, Juanito pasó mucho tiempo en el garaje, creando todo tipo de cosas con madera, siempre bajo la atenta mirada de su papá.
Había descubierto una pasión y un talento que nunca supo que tenía. Y todo gracias a su curiosidad, paciencia y el apoyo de su papá.
FIN.