El aprendiz de cuentacuentos
Había una vez un niño llamado Chanito, a quien le encantaba fantasmear a sus amigos. Él se divertía mucho asustándolos con historias de terror y trucos espeluznantes.
Un día, mientras jugaban en el parque, los amigos de Chanito estaban hartos de sus bromas. Le dijeron que no querían jugar más con él si seguía asustándolos todo el tiempo. Chanito se sintió muy triste al escuchar esto.
No quería perder a sus amigos, pero tampoco podía evitar su amor por las historias de miedo. Entonces decidió buscar ayuda del sabio abuelo del barrio. El abuelo siempre tenía consejos sabios para dar y era conocido por ser un gran contador de historias también.
"Abuelo, mis amigos ya no quieren jugar conmigo porque los asusto todo el tiempo", dijo Chanito con lágrimas en los ojos. "¿Por qué te gusta tanto hacer eso?", preguntó el abuelo curioso. "No lo sé abuelo, solo me divierte hacerlo", respondió Chanito tímidamente.
"Bueno mi querido nieto, es importante entender que nuestras acciones tienen consecuencias. Si sigues asustando a tus amigos, ellos podrían alejarse definitivamente", explicó el abuelo pacientemente. "Pero ¿qué puedo hacer? Me encanta contar historias espeluznantes", preguntó Chanito frustrado.
"Podrías cambiar tus historias y hacerlas divertidas e interesantes sin tener que asustarlos", sugirió el sabio hombre mayor. "¡Eso es genial! Nunca había pensado en eso", exclamó Chanito emocionado.
A partir de ese día, Chanito se dedicó a contar historias divertidas y emocionantes que no asustaran a sus amigos. Descubrió que podía ser igual de divertido sin tener que hacer bromas pesadas. Sus amigos notaron el cambio en él y volvieron a jugar con él como antes.
Incluso le pidieron que contara más historias nuevas y frescas cada vez que se reunían. Chanito aprendió una valiosa lección sobre la importancia de escuchar las necesidades de los demás y adaptarse a ellas.
También descubrió su talento para contar historias interesantes sin tener que recurrir al miedo. Desde entonces, Chanito se convirtió en uno de los mejores narradores del barrio, siempre dispuesto a compartir sus cuentos divertidos e imaginativos con todos aquellos dispuestos a escucharlos.
FIN.