El aprendiz de la bondad



En un pequeño pueblo llamado Villa Esperanza vivía Tomás, un niño de apenas 10 años que tenía una gran responsabilidad: cuidar de su mamá enferma.

Todos los días, Tomás se levantaba temprano para ir a trabajar en la huerta de Don Manuel, el dueño más bondadoso del lugar. Un día, mientras regaba las plantas con esmero, Don Manuel se acercó a él y le preguntó:- ¡Tomás! ¿Cómo estás hoy? - Bien, Don Manuel.

Solo un poco preocupado por mi mamá. Necesita su medicina y no tengo suficiente dinero para comprarla -respondió el niño con tristeza. Don Manuel, conmovido por la situación de Tomás y su mamá, decidió ayudarlo. - Escucha, Tomás.

Voy a darte un trabajo extra esta semana y te pagaré el doble. Quiero que tu mamá reciba la atención que necesita. Tomás no podía creer la generosidad de Don Manuel y aceptó con gratitud.

Trabajó sin descanso toda la semana y finalmente recibió su merecido pago. Corrió hacia la farmacia del pueblo y compró la medicina para su madre. Sin embargo, en el camino de regreso a casa, se encontró con una anciana sentada en una banca del parque llorando desconsoladamente.

- ¿Qué te pasa señora? -preguntó Tomás con preocupación. La anciana le contó que había perdido su collar más preciado, un regalo de su difunto esposo. Tomás sintió empatía por ella e inmediatamente decidió ayudarla a buscarlo.

Juntos recorrieron cada rincón del pueblo hasta que finalmente encontraron el collar entre las flores del jardín público. La anciana lo abrazó emocionada y le dijo a Tomás:- Eres un ángel enviado para ayudarme cuando más lo necesitaba.

Con una sonrisa en el rostro, Tomás se despidió de la anciana y corrió hacia su casa. Al llegar, le entregó la medicina a su mamá quien mejoraría pronto gracias al cuidado amoroso de su hijo.

Desde ese día, Tomás aprendió que siempre hay una forma de ayudar a los demás, incluso cuando uno también necesita ayuda.

Y así siguió trabajando duro en la huerta de Don Manuel, sabiendo que con cada acción bondadosa sembraba semillas de esperanza en el corazón de quienes lo rodeaban.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!