El Aprendiz de la Naturaleza
Había una vez en un hermoso parque llamado "El Bosque Encantado", donde los árboles bailaban con el viento y los animales jugaban felices. Todo era perfecto, hasta que un día llegó al parque un niño travieso llamado Tomás.
Tomás no conocía la importancia de cuidar la naturaleza y, sin darse cuenta, empezó a tirar basura por todos lados. Botellas, papeles y envoltorios de caramelos quedaron esparcidos por el suelo del Bosque Encantado.
Los animalitos del bosque se entristecieron al ver tanta suciedad y decidieron llamar a la hada del parque para pedirle ayuda. El hada, una mujer sabia y amorosa, apareció ante Tomás con una mirada seria pero llena de bondad.
"Tomás, querido niño, ¿sabes por qué es importante cuidar nuestro hogar?" -preguntó el hada con voz suave. Tomás se encogió de hombros y respondió: "No sé... ¡Es solo basura!".
El hada suspiró con tristeza y le explicó a Tomás cómo cada papelito o botella que tiraba al suelo dañaba a los seres vivos del bosque. Le habló sobre la importancia de mantener limpio nuestro entorno para poder disfrutarlo en armonía con la naturaleza. Pero Tomás no parecía convencido.
Seguía pensando que reagarrar basura no era algo divertido o importante. Entonces, el hada decidió enseñarle una lección mágica. Con un toque de su varita mágica, el hada hizo que todas las basuras cobraran vida.
Las botellas comenzaron a cantar melodías tristes, los papeles se convirtieron en pájaros heridos y los envoltorios de caramelos lloraban lágrimas dulces. Tomás abrió grandes sus ojos asombrados y comprendió finalmente el daño que estaba causando con sus acciones.
Se arrepintió sinceramente y prometió nunca más ensuciar el bosque. El hada sonrió satisfecha y deshizo el hechizo mágico, devolviendo todo a la normalidad.
Desde ese día, Tomás se convirtió en el guardián del Bosque Encantado, ayudando a mantenerlo limpio junto a todos los animalitos que ahora eran sus amigos inseparables.
Y así, entre risas y canciones de gratitud, Tomás aprendió una valiosa lección: cuidar nuestro hogar es responsabilidad de todos; porque cuando respetamos la naturaleza, ella nos regala belleza y armonía en cada rincón donde habitamos juntos.
FIN.