El aprendizaje de la mariposa amarilla


Había una vez un hombre llamado Tomás, que era dueño de la empresa de miel más exitosa de todo el pueblo. Todos lo conocían por ser muy ambicioso y siempre querer tener más y más.

No le importaba mucho ayudar a los demás, solo pensaba en su propio beneficio. Un día, mientras conducía hacia su fábrica de miel, Tomás tuvo un accidente y quedó inconsciente.

En ese estado, comenzó a soñar con una mariposa amarilla que brillaba con luz propia. "Hola, Tomás", dijo la mariposa con voz suave. "Soy Maribel, la mariposa amarilla. He venido a enseñarte lecciones importantes para tu vida".

Tomás estaba sorprendido por poder hablar con una mariposa, pero decidió escuchar lo que tenía para decirle. "Debes aprender a ser más humilde y generoso", continuó Maribel. "No todo en la vida se trata de acumular riquezas y éxito.

Debes mirar a tu alrededor y ver cómo puedes ayudar a los demás". Tomás despertó sobresaltado del sueño con la mariposa amarilla, pero algo había cambiado en él. Sentía en su corazón el deseo de hacer el bien y ayudar a quienes lo necesitaban.

Decidió visitar las fundaciones locales y empezó a colaborar donando parte de sus ganancias para mejorar la calidad de vida de las personas menos favorecidas. También organizaba eventos benéficos para recaudar fondos y así contribuir aún más a la comunidad.

La gente del pueblo no podía creer cómo Tomás había cambiado tanto en tan poco tiempo. Ya no era el hombre ambicioso que todos conocían, ahora era un ejemplo de generosidad y solidaridad.

Con el paso del tiempo, Tomás se convirtió en un pilar fundamental para las fundaciones locales y una inspiración para todos los habitantes del pueblo. La mariposa amarilla había logrado transformarlo en una persona mejor.

Y así, gracias a las lecciones de humildad impartidas por Maribel, la mariposa amarilla, Tomás encontró la verdadera felicidad en ayudar a los demás y descubrió que el verdadero éxito radica en hacer el bien sin esperar nada a cambio.

Desde entonces, cada vez que veía una mariposa amarilla revoloteando cerca suyo, sonreía recordando aquella experiencia que cambió su vida para siempre. Y colorín colorado este cuento lleno de magia y bondad ha terminado.

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