El Árbol Amigo de los Pájaros
El sol brillaba sobre el bosque, y el Árbol Generoso se mecía suavemente con la brisa.
Sus hojas verdes brillaban bajo la luz del día, y sus ramas se extendían como brazos abiertos listos para recibir a quien lo necesitara. Un grupo de pájaros coloridos volaba por el cielo azul cuando de repente las nubes grises cubrieron el sol y empezó a sonar truenos.
Los pájaros aletearon nerviosamente, buscando desesperadamente un lugar donde resguardarse de la tormenta que se aproximaba. Fue entonces cuando vieron al Árbol Generoso, con su copa frondosa y acogedora. Los pájaros no dudaron en posarse en las ramas del árbol, buscando protección contra la lluvia que comenzaba a caer.
El Árbol Generoso los recibió con alegría y les dijo:"Bienvenidos, queridos amigos. Están seguros aquí. Pueden quedarse todo el tiempo que necesiten. "Los pájaros agradecieron al árbol por su generosidad y se acurrucaron juntos, esperando a que la tormenta pasara.
Mientras tanto, el viento soplaba fuerte y las gotas de lluvia golpeaban las hojas del árbol como tambores en una sinfonía natural.
Pasaron horas antes de que la tormenta finalmente se disipara y los pájaros pudieran salir volando nuevamente en busca de comida y aventuras. Antes de partir, se posaron frente al Árbol Generoso para despedirse. "Gracias por tu amabilidad", dijo el pájaro más grande con gratitud en sus ojos brillantes.
"Siempre estaré aquí para ayudarlos", respondió el árbol con una sonrisa serena en sus hojas danzantes. Los pájaros emprendieron vuelo dejando atrás al Árbol Generoso, pero llevándolo consigo en sus corazones como un ejemplo de bondad y generosidad.
Desde ese día, los pájaros regresaban periódicamente al Árbol Generoso para descansar o simplemente compartir historias sobre sus viajes. Y así, juntos crearon un vínculo especial basado en el respeto mutuo y la solidaridad.
El bosque entero admiraba al Árbol Generoso por su nobleza y dedicación hacia los demás seres vivientes. Y es que, como decía el sabio viejo roble cercano: "La verdadera grandeza radica no solo en crecer alto y fuerte, sino también en saber dar sin esperar nada a cambio".
Y así fue como el Árbol Generoso se convirtió en una leyenda viva dentro del bosque, inspirando a todos aquellos que escuchaban su historia a ser más compasivos y altruistas cada día.
Porque al final del camino, lo único que perdura es el amor incondicional que brindamos a quienes nos rodean.
FIN.