El Árbol de Juan Manuel



Juan Manuel era un niño como cualquier otro. Le gustaba jugar con sus amigos y comer todas las golosinas que encontraba. Pero un día, algo extraño sucedió.

Juan estaba cenando con su familia cuando de repente, su mamá le sirvió brócoli en el plato. Juan no estaba muy contento con eso, pero sabía que debía comerlo para ser saludable.

Así que masticó el brócoli y lo tragó, pero después de unos minutos comenzó a sentir algo extraño en su estómago. Se retorcía de dolor y gritaba pidiendo ayuda.

Su mamá llamó al médico de inmediato, pero antes de que pudieran llegar, algo sorprendente ocurrió: ¡un pequeño árbol comenzó a crecer desde la boca de Juan hasta salir por completo por su ombligo! La familia estaba asombrada ante este evento tan extraño. Pero Juan se dio cuenta rápidamente de que tenía una responsabilidad importante: cuidar ese árbol como si fuera parte de él mismo.

"¡Mamá! ¡Papá! ¡Me creció un árbol en la panza!" - exclamó Juan emocionado. "Sí hijo, lo vemos" - respondió la madre preocupada "Pero ¿qué haremos ahora?""Lo cuidaré como si fuera mi mascota" - dijo Juan decidido.

Y así empezaron los días más emocionantes para Juan. Cuidaba del árbol todo el tiempo: le daba agua todos los días, lo protegía del sol y hasta hablaba con él para asegurarse de que estuviera feliz.

El árbol crecía cada vez más grande y fuerte, y Juan se sentía orgulloso de tenerlo en su panza. Pero un día, algo malo pasó: unos niños del vecindario comenzaron a burlarse de él por tener un árbol en la panza.

Juan se sintió muy triste al principio, pero luego recordó que ese árbol era parte de él y no permitiría que nadie lo dañara.

"Hey, chicos" - dijo Juan con valentía "Este árbol es mi amigo y me hace feliz. No permitiré que lo lastimen". Los niños se quedaron callados y luego uno de ellos dijo:"Lo siento, Juan. No sabíamos que era tan importante para ti".

Desde ese día, los niños comenzaron a jugar juntos y el árbol fue aceptado por todos como una parte más del grupo. Pasaron los años y Juan creció junto con su árbol.

Se convirtió en un joven fuerte e inteligente, capaz de enfrentar cualquier adversidad gracias a la fortaleza que adquirió al cuidar de su amigo. Y así fue como Juan aprendió una gran lección: nunca subestimes el poder de las cosas pequeñas, porque pueden convertirse en algo enorme e importante si les das atención y amor.

FIN.

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