El Árbol de Kerani



Había una vez en un bosque mágico, un árbol llamado Kerani. A diferencia de otros árboles, Kerani tenía hojas de colores brillantes que cambiaban según la estación, además de dar frutos de sabores exquisitos. Todos los animalitos del bosque acudían a él en busca de sombra, compañía y deliciosos frutos.

Un día, mientras las ardillas jugaban en las ramas, una pequeña tortuga llamada Lila se acercó.

"¡Hola, Kerani!" - dijo Lila con su voz suave. "¿Por qué tus hojas son tan especiales?"

Kerani, quien siempre estaba dispuesto a compartir su sabiduría, le respondió:

"Cada hoja de mi ser lleva un secreto, Lila. Cuando cuidas y respetas a los demás, las hojas brillan aún más. La bondad tiene ese poder, ¿sabes?"

Lila quedó admirada. Ese día, se fue a casa deseando poder hacer algo bueno para los demás. Al día siguiente, decidió organizar un picnic para todos sus amigos. La noticia del picnic se esparció rápidamente.

El día llegó y el bosque estaba lleno de risas. Todos los animales ayudaron a preparar la comida. Sin embargo, justo cuando estaban listos para comer, apareció un gran zorro que ellos no conocían.

"¡Hola! He oído hablar de su picnic y tengo mucha hambre!" - dijo el zorro, mostrando sus afilados dientes.

Los animales se miraron preocupados.

"No sé si deberíamos compartir con él..." - murmuró un conejo.

Lila, recordando lo que Kerani había dicho sobre la bondad, tomó una profunda respiración y se acercó al zorro.

"Si quieres, puedes compartir nuestra comida. Todos merecemos un día feliz, ¿verdad?"

El zorro, sorprendido por la propuesta de Lila, se sentó junto a ellos.

"¿De verdad me dejarán unirme?" - preguntó, visiblemente emocionado.

Lila asintió, y todos los animales comenzaron a aceptar al zorro en su círculo. Mientras compartían frutos y risas, el zorro se sintió en casa.

"Gracias, nunca había sido incluido en algo así" - dijo al final del picnic.

Los días pasaron y el zorro se convirtió en un buen amigo de todos, ayudando a los demás y compartiendo su astucia en juegos de estrategia. Pero un día, un gran viento sopló en el bosque, y las hojas de Kerani comenzaron a caer.

"¡Oh no! Mis hojas... ¿qué pasará si ninguna vuelve a crecer?" - se lamentó Kerani.

Todos los animales se unieron al árbol, preocupados por su salud.

"¡Debemos hacer algo!" - gritó la tortuga Lila. "Si cada uno de nosotros cuida de Kerani, tal vez ocurra un milagro."

Así que todos se pusieron a trabajar. El zorro trajo semillas, las ardillas recogieron agua de un arroyo cercano, y los pájaros cantaban para darle ánimo.

Paso a paso, el bosque se unió en un esfuerzo común. Se aseguraron de que Kerani recibiera todo el cuidado que necesitaba.

Con el tiempo, las hojas de Kerani comenzaron a brotar nuevamente, y más brillantes que nunca.

"¡Lo logramos, amigos! ¡Miren cómo crecen mis hojas!" - exclamó Kerani, llenándose de alegría.

Desde ese día, el árbol seguimos siendo el corazón del bosque, y todos aprendieron que la bondad y el trabajo en equipo pueden traer de vuelta la alegría a sus vidas, incluso en los momentos más difíciles.

Y así, Lila y sus amigos nunca olvidaron la importancia de cuidar y compartir con los demás, no solo con Kerani, sino en todo lo que hacían.

Cada vez que paseaban por el bosque, veían las hojas de colores brillantes brotar en Kerani y sonreían, recordando que la verdadera magia está en los lazos que se crean a través de la bondad y la solidaridad.

FIN.

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