El árbol de la amistad

En un pequeño pueblo llamado Villa Esperanza, vivía un niño llamado Juanito. Juanito era un niño alegre y divertido, pero no le gustaba sembrar árboles.

Siempre se quejaba y decía que eso era aburrido y que preferiría hacer cualquier otra cosa. Un día, su maestra la Sra. Rosa les explicó a todos los niños sobre la importancia de los árboles y cómo debemos cuidarlos para proteger el planeta.

Les contó que los árboles nos dan aire limpio, refugio a los animales y ayudan a mantener el equilibrio del medio ambiente. Juanito escuchaba, aunque no muy convencido. "¿Por qué tenemos que hacer esto, maestra?", preguntó Juanito con desinterés. "Los árboles son nuestros amigos, Juanito.

Ellos nos dan la vida, y es importante cuidarlos para que sigan creciendo y ayudando al planeta", respondió la maestra con una sonrisa. Juanito se quedó pensativo y al día siguiente, decidió unirse a sus compañeros para sembrar árboles en el parque del pueblo.

Con el tiempo, Juanito y sus amigos vieron crecer los árboles y juntos aprendieron lo importante que es cuidar de la naturaleza. Siempre recordaban el consejo de la maestra: 'Los árboles son como la amistad, si los cuidamos, crecerán fuertes y hermosos'.

Desde ese día, Juanito se convirtió en un defensor de los árboles, compartiendo su importancia con todos los que conocía.