El árbol de la amistad



con sus hojas y ramas, evitando que la lluvia y el viento los alcanzaran. Los pájaros, agradecidos por su amabilidad, decidieron quedarse un tiempo en el árbol para descansar y reponer fuerzas antes de seguir su viaje.

Los días pasaron y la familia de pájaros se acostumbró a su nuevo hogar. Por las mañanas, cantaban alegremente al despertar, llenando el bosque con su hermosa melodía.

El Árbol Generoso disfrutaba escuchar sus cantos y se sentía feliz de tener compañía en medio del bosque. Un día, mientras los pájaros jugaban entre las ramas del árbol, una ardilla se acercó buscando refugio. Estaba asustada porque un zorro la perseguía.

Sin dudarlo, el Árbol Generoso permitió que la ardilla subiera a lo más alto de sus ramas, donde estaría a salvo. "¡Gracias por salvarme!", dijo la ardilla emocionada. "No hay de qué", respondió el Árbol Generoso con humildad.

"En este bosque todos somos amigos y debemos ayudarnos unos a otros". La ardilla se sintió tan agradecida que decidió quedarse cerca del Árbol Generoso para protegerlo de cualquier peligro que pudiera acecharlo. Juntos pasaban los días compartiendo historias y risas bajo la sombra protectora del árbol.

Pero un día, una fuerte sequía azotó el bosque. El sol brillaba implacable en lo alto y no había ni una sola nube en el cielo.

El Árbol Generoso comenzó a sentirse débil sin agua para alimentarse y temía por sus amigos animales que dependían de él para sobrevivir. Los pájaros y la ardilla notaron la tristeza del árbol y decidieron actuar.

Los pájaros volaron lejos en busca de un río cercano mientras que la ardilla cavaba profundo en la tierra hasta encontrar agua fresca que llevó al Árbol Generoso. "¡Aquí tienes agua fresca!", exclamó la ardilla con alegría.

El Árbol bebió ansiosamente el agua revitalizante y poco a poco recuperó su fuerza perdida gracias al esfuerzo conjunto de sus amigos animales. A partir de ese día, el Árbol Generoso comprendió aún más el valor de la amistad y la importancia de ayudarse mutuamente en tiempos difíciles.

Y juntos continuaron viviendo en armonía en medio del frondoso bosque, siendo ejemplo para todos los seres vivientes que habitaban allí.

FIN.

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