El árbol de la niña sombra en Colombia

Había una vez en un pequeño pueblo de Colombia, una niña llamada Valentina, a la que le encantaba jugar en el bosque cercano a su casa. Un día, mientras exploraba el bosque, Valentina encontró un árbol muy especial.

Este árbol tenía una sombra mágica que parecía moverse y bailar por sí sola. Valentina se acercó con curiosidad y, para su sorpresa, la sombra del árbol cobró vida y se convirtió en un espíritu amigable.

-Hola, soy Sombra, el espíritu del árbol. ¿Qué te trae por aquí, Valentina? -dijo la sombra con una voz suave y cálida. Valentina, asombrada, le contó al espíritu del árbol sobre su amor por la naturaleza y su deseo de aprender a cuidar el bosque.

Sombra sonrió y le dijo: -Valentina, tengo algo para ti. Te regalaré el poder de comunicarte con los animales y las plantas del bosque. Ahora podrás entender sus necesidades y ayudar a proteger este lugar.

Emocionada, Valentina aceptó el regalo y a partir de ese día, se convirtió en la guardiana del bosque. Ella hablaba con los pájaros, escuchaba a los árboles y cuidaba de todas las criaturas que habitaban el bosque.

Con el apoyo de Sombra, la niña aprendió valiosas lecciones sobre la importancia de la preservación del medio ambiente y la harmonía con la naturaleza. Pero un día, un grupo de leñadores llegó al bosque con la intención de talar los árboles.

Valentina, con la ayuda de Sombra, reunió a los animales y las plantas para protestar y defender su hogar. Juntos, organizaron un plan para mostrar a los leñadores lo especial que era el bosque.

Al ver la unión y la magia que había en el lugar, los leñadores decidieron abandonar su plan y prometieron cuidar el bosque en lugar de dañarlo. Valentina y Sombra celebraron la victoria con una fiesta en honor a la naturaleza, y desde entonces, el bosque prosperó bajo su protección.

La historia de Valentina y Sombra se convirtió en un ejemplo para personas de todo el mundo, inspirando a otros a proteger y respetar la naturaleza que nos rodea.