El Árbol de la Salvación



Había una vez un pequeño pueblo llamado San Martín, donde vivía Gaston junto a su familia y amigos.

Todo era paz y tranquilidad en ese lugar, hasta que un día llegó una peste mortal que empezó a afectar a la población. La gente se enfermaba y moría rápidamente, lo que generó una gran crisis en el pueblo. Con el tiempo, la situación empeoró aún más.

La falta de alimentos hizo que muchas personas pasaran hambre y tuvieran dificultades para sobrevivir. Además, la enfermedad creció tanto que provocó una guerra entre los habitantes del pueblo por los escasos recursos. Gaston no entendía por qué las cosas habían llegado a ese punto tan triste y desesperanzador.

Él quería hacer algo para ayudar a su comunidad, pero no sabía cómo comenzar.

Un día, mientras caminaba por el bosque cercano al pueblo, encontró un árbol muy especial: tenía hojas de colores brillantes y parecían estar siempre moviéndose con el viento. Gaston se acercó al árbol y le preguntó:- ¿Por qué eres tan diferente a los demás? Y el árbol respondió:- Soy un árbol mágico que puede conceder deseos.

¿Qué es lo que quieres tú? Gaston pensó por unos segundos antes de responder:- Quiero acabar con esta peste mortal y traer la paz nuevamente a mi pueblo. El árbol mágico sonrió y dijo:- Entonces debes encontrar tres elementos clave: agua pura, tierra fértil y luz brillante.

Solo así podrás lograr tu objetivo. Gaston salió corriendo del bosque y empezó su búsqueda.

Encontró un manantial de agua cristalina y pura, una tierra fértil donde podía sembrar alimentos para su pueblo y un sol radiante que iluminaba todo el paisaje. Con estos elementos, Gaston regresó a su pueblo y comenzó a trabajar duro para ayudar a los enfermos y compartir los alimentos que había cultivado.

Poco a poco, la gente empezó a recuperarse de la enfermedad y las tensiones entre ellos disminuyeron. Gaston se convirtió en un líder para su comunidad, enseñando la importancia del trabajo en equipo y el valor de la ayuda mutua.

Todos aprendieron que juntos podían superar cualquier dificultad si trabajaban con amor y solidaridad. Así fue como Gaston logró traer paz nuevamente al pueblo de San Martín gracias al árbol mágico que le enseñó que solo con esfuerzo, compromiso y ayuda mutua se puede salir adelante en momentos difíciles.

FIN.

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