El árbol de la tormenta



Había una vez dos hermanos llamados Agos y Ariel. Vivían en una pequeña casa cerca del bosque, donde pasaban la mayoría de sus días jugando juntos. Sin embargo, a veces peleaban mucho y discutían por cualquier cosa.

Un día, mientras caminaban por el bosque, se encontraron con un viejo árbol que había sido golpeado por un rayo. El árbol estaba débil y enfermo, y los hermanos decidieron ayudarlo a recuperarse.

Juntos lo regaron todos los días y le dieron mucho amor. Con el tiempo, el árbol comenzó a sanar y crecer fuerte nuevamente. Agos y Ariel se dieron cuenta de que habían trabajado juntos para hacer algo bueno, sin importar cuántas veces habían discutido antes.

Desde ese momento en adelante, los hermanos prometieron trabajar juntos como equipo para ayudar a otros que necesitaran ayuda. Sin embargo, un día llegó una gran tormenta al bosque.

El viento soplaba tan fuerte que derribó muchos árboles grandes en el camino de vuelta a su casa. Agos quería seguir adelante pero Ariel tenía miedo porque sabía que podrían estar en peligro si seguían avanzando. "No me importa lo difícil que pueda ser", dijo Agos con firmeza.

"Tenemos que seguir adelante. ""¡Pero no quiero ir! ¡Tengo miedo!" respondió Ariel temblandoAgos sintió la frustración subir dentro de él mientras miraba fijamente a su hermano menor tembloroso e indeciso.

Finalmente decidió tomar las cosas en sus propias manos:"Mira, Ariel, entiendo que tengas miedo. Pero recuerda el árbol que salvamos juntos. Si trabajamos juntos y nos apoyamos mutuamente, podemos superar cualquier cosa. "Ariel lo miró con una sonrisa temblorosa en su rostro.

"¿Realmente piensas eso?""Sí", respondió Agos, "siempre y cuando estemos juntos". Así, los hermanos se tomaron de las manos y comenzaron a avanzar hacia la tormenta. Con cada paso que daban, se sentían más fuertes y seguros de sí mismos.

Finalmente llegaron a casa sanos y salvos. Los hermanos se abrazaron con fuerza mientras la lluvia golpeaba contra la ventana. "Gracias por ayudarme a superar mi miedo", dijo Ariel sonriendo. "Siempre estaré aquí para ayudarte", respondió Agos devolviendo la sonrisa.

Desde ese día en adelante, Agos y Ariel aprendieron a trabajar juntos como un equipo y nunca más pelearon entre ellos. Aprendieron que el amor es más fuerte que cualquier discusión o desacuerdo entre ellos.

Juntos podían enfrentar cualquier cosa que les arrojara la vida.

FIN.

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