El árbol de los deseos
Había una vez en un tranquilo barrio, dos niños llamados Carla y Diego. Un día, mientras jugaban en el bosque, descubrieron un árbol muy especial. Tenía hojas de colores brillantes y desprendía un resplandor mágico.
Al acercarse, vieron que en cada hoja se encontraba escrito un deseo. Emocionados, Carla y Diego susurraron al árbol su deseo más grande: hacer amigos. Al instante, una hoja cayó a sus pies.
En ella estaba escrito un deseo que decía: 'Quisiera tener amigos con quienes jugar y reír'. Sin dudarlo, decidieron ayudar a cumplir ese deseo. Con el nombre Raúl escrito en la hoja, se dispusieron a buscar a ese niño.
Después de mucho buscar, encontraron a Raúl, un niño tímido que se sentía solo. Con amor y amabilidad, lograron que Raúl se uniera a ellos. Juntos, descubrieron que la verdadera magia no estaba en el árbol, sino en la amistad y en ayudar a los demás.
A partir de ese día, los tres amigos se divertían y jugaban juntos, mientras encontraban más hojas de deseos para hacer del mundo un lugar mejor.
FIN.