El árbol de los sueños
Había una vez en un pueblo llamado Villa Esperanza, ocho amigos que se llamaban Marcos, Ana, Sofía, Juan, Martín, Carla, Julia y Diego. Ellos eran muy unidos y siempre estaban juntos.
Un día, mientras paseaban por el parque, encontraron un árbol muy especial, el árbol de los sueños. Este árbol tenía la capacidad de hacer realidad los sueños de las personas que creyeran en ellos. Los ocho amigos quedaron sorprendidos al descubrirlo y decidieron probar si era verdad.
-¡Vamos a pedir un deseo cada uno! -exclamó Julia emocionada. -Sí, pero debemos creer firmemente en nuestros sueños para que se hagan realidad -añadió Diego. Entonces, cada uno cerró los ojos y pidió su deseo en voz alta.
Ana pidió poder ayudar a los animales, Sofía deseó ser una gran pintora, Martín quería ser un futbolista famoso, Marcos deseó traer alegría a los enfermos, Juan pidió ser un gran científico, Carla deseó ser una bailarina reconocida, Julia quería ser maestra y Diego deseó ayudar a las personas que no tienen hogar.
Luego de hacer sus deseos, los amigos se comprometieron a trabajar duro para hacerlos realidad.
Ana comenzó a ayudar en un refugio de animales, Sofía practicaba sus pinturas todos los días, Martín entrenaba fuerte en el equipo de fútbol, Marcos visitaba hospitales llevando alegría a los enfermos, Juan estudiaba mucho para aprender sobre ciencia, Carla tomaba clases de baile, Julia ayudaba a su mamá a enseñar a los más pequeños en su casa y Diego recolectaba ropa y comida para las personas sin hogar.
Con el paso del tiempo, cada uno fue alcanzando sus metas gracias a su esfuerzo y determinación.
Ana logró salvar a muchos animales, Sofía expuso sus cuadros en una galería, Martín llegó a jugar en un equipo profesional, Marcos fundó una organización de payasos voluntarios, Juan descubrió una cura para una enfermedad, Carla se convirtió en una bailarina famosa, Julia se convirtió en una maestra excelente y Diego fundó un refugio para personas sin hogar.
Los amigos se dieron cuenta de que el árbol de los sueños solo había sido un incentivo para luchar por lo que querían. Descubrieron que el verdadero poder para hacer realidad sus sueños estaba dentro de cada uno de ellos.
Y así, siguieron adelante, creyendo en sí mismos y ayudando a los demás a alcanzar sus propias metas, convirtiéndose en un ejemplo para todos en Villa Esperanza.
FIN.