El árbol generoso
Había una vez en lo profundo del bosque un majestuoso árbol llamado Don Eucalipto. Este árbol tenía la particularidad de ser el más frondoso y hermoso de todos, pero también el más egoísta. No dejaba que ninguna otra planta creciera a su alrededor, ni siquiera permitía que los animales descansaran bajo su sombra. -
Un día, llegó al bosque una simpática ardilla llamada Mora, quien buscaba un lugar para levantar su hogar. - ¡Buenos días, Don Eucalipto! ¿Podría usted permitirme construir mi casa en una de sus ramas? - preguntó la ardilla con amabilidad. - No pienso compartir mi espacio con nadie -respondió el árbol con brusquedad. - La ardilla, decepcionada, se alejó en busca de otro lugar.
A lo largo de los días, muchos animales llegaron al bosque en busca de refugio y alimento, pero Don Eucalipto los rechazaba a todos. Un día, un pajarito llamado Pepe se posó en una de sus ramas y le dijo: - Don Eucalipto, el invierno se aproxima y necesito cobijo para mi nido. ¿Me permitiría construirlo en su ramita? - No pienso compartir mi espacio con nadie -respondió nuevamente el árbol con dureza, y así volvió a rechazar a otro habitante del bosque. - Los días pasaron, y el árbol seguía solo y cada vez más triste, sin darse cuenta de que su egoísmo lo estaba alejando de todos sus vecinos.
Un día, una vieja lechuza llamada Doña Lila se posó en su rama y le dijo con sabiduría: - Querido Don Eucalipto, su belleza y grandeza son admirables, pero la verdadera riqueza está en compartir lo que tenemos. Solo cuando aprendemos a dar, es que comenzamos a recibir el amor y la compañía de los demás. El árbol, conmovido por las palabras de la lechuza, decidió cambiar su actitud y empezó a permitir que los animales construyeran sus hogares en sus ramas, a descansar bajo su sombra y a alimentarse de sus frutos. A medida que el árbol daba, fue recibiendo la alegría y la compañía que tanto anhelaba.
Desde entonces, Don Eucalipto se convirtió en el árbol más querido del bosque, y aprendió que la generosidad trae consigo la verdadera felicidad.
FIN.