El árbol generoso



En la escuela del bosque vivía un árbol muy grande y frondoso. Este árbol era conocido por todos los pajaritos del lugar, ya que les ofrecía un hogar cálido y seguro.

Sin embargo, el árbol tenía un gran secreto: era egoísta y no quería que ningún otro animal se acercara a él. 'Este es mi espacio y no quiero compartirlo con nadie más', pensaba el árbol.

Los pajaritos, al principio, no se daban cuenta de la actitud del árbol, ya que siempre habían encontrado refugio en sus ramas. Pero con el tiempo, empezaron a notar que el árbol no les permitía a otros animales acercarse.

'¡No quiero que ningún otro ser vivo se acerque a mí!', les gritaba el árbol a todos los animales que intentaban acercarse. Los pajaritos, preocupados por la actitud del árbol, decidieron reunirse y buscar una solución. 'El árbol nos ha ayudado tanto, pero su egoísmo no nos hace sentir bien.

Deberíamos hablar con él y explicarle cómo nos sentimos', sugirió el pajarito más sabio del grupo. Todos estuvieron de acuerdo y se acercaron al árbol.

'Árbol amigo, nos has brindado tanto amor y protección, pero últimamente nos hemos dado cuenta de que no quieres compartir tu hogar con otros animales. Esto nos hace sentir tristes, ya que todos merecemos un lugar cálido y seguro', expresó el pajarito sabio. El árbol, sorprendido por las palabras de los pajaritos, reflexionó sobre su comportamiento.

'No me había dado cuenta de que mi egoísmo estaba afectando a todos ustedes. Los escucho y entiendo cómo se sienten. A partir de ahora, abriré mis ramas para que todos los animales puedan encontrar refugio en mí', prometió el árbol.

A partir de ese día, el árbol se convirtió en el más generoso del bosque, ofreciendo su sombra y protección a todos los animales que lo necesitaban.

Los pajaritos, felices por la transformación del árbol, comprendieron la importancia de compartir y ser compasivos con los demás. Y así, el árbol generoso se convirtió en un ejemplo para todos en el bosque, recordando que la generosidad y la compasión siempre ganan en el corazón de las personas y animales.

FIN.

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