El árbol mágico



Había una vez en un hermoso bosque, un árbol mágico llamado Frondoso. Frondoso tenía la capacidad de hablar y ayudar a los animales del bosque con sus problemas. Un día, la ardilla Saltarina llegó corriendo hacia Frondoso, llorando desconsolada.

"¡Frondoso, Frondoso, necesito tu ayuda!", sollozó Saltarina. "Tranquila, Saltarina, ¿qué sucede?", preguntó Frondoso con voz calmada. "¡Es que quería encontrar mi nuez favorita, pero no la encuentro por ningún lado!", explicó la ardilla entre sollozos.

Frondoso, con su magia, extendió sus ramas y con un susurro mágico, hizo que la nuez favorita de Saltarina apareciera justo frente a ella. La ardilla saltó de alegría y agradeció a Frondoso antes de irse a disfrutar su deliciosa nuez.

Poco después, el conejito Peludito se acercó a Frondoso con un problema. "¡Frondoso, ayúdame, por favor!", suplicó Peludito. "Claro, Peludito, cuéntame qué te preocupa", respondió Frondoso con amabilidad. "¡Se me perdió mi zanahoria preferida y no sé dónde buscarla!", lamentó el conejito.

Con un chasquido de sus ramas, Frondoso hizo que la zanahoria apareciera frente a Peludito, quien brincó de felicidad y agradeció al árbol mágico.

Así, Frondoso ayudó a todos los animalitos del bosque con su magia, demostrando que siempre hay una solución para los problemas si se busca con amor y amabilidad.

FIN.

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