El árbol mágico



- Hola Lucas, ¿qué quieres hacer hoy? - preguntó Sofía a su hermanito.

- No sé, ¿qué podemos hacer? - respondió Lucas con curiosidad.

- ¡Ya sé! Vamos al bosque a buscar el árbol mágico del que tanto nos habló abuela. Dicen que cumple deseos - propuso Sofía con entusiasmo.

- ¡Qué emoción! ¡Vamos ya! - exclamó Lucas emocionado.

Los dos niños se adentraron en el bosque, siguiendo las indicaciones de su abuela. Después de un largo camino, finalmente encontraron un viejo árbol con hojas brillantes y un tronco imponente.

- ¡Este debe ser el árbol mágico! - exclamó Sofía emocionada.

- Sí, abracémoslo y pidámosle un deseo cada uno - propuso Lucas.

Sofía cerró los ojos y pidió con fuerza su deseo, mientras que Lucas hizo lo mismo. De repente, una luz brillante envolvió el árbol y una voz misteriosa se escuchó en el aire.

- ¿Cuáles son sus deseos, niños? - preguntó la voz del árbol.

Sin dudarlo, Sofía pidió tener la capacidad de ayudar a los demás, mientras que Lucas pidió ser valiente en todas las situaciones.

La luz se desvaneció y los niños regresaron a casa, sin saber si sus deseos se habían cumplido. Sin embargo, al día siguiente, Sofía tuvo la oportunidad de ayudar a una amiga con sus deberes de matemáticas, mientras que Lucas enfrentó su miedo a las alturas trepando a un árbol para recuperar la pelota de un vecino.

- ¡Sofía, Lucas, sus deseos se han cumplido! El árbol mágico ha escuchado sus corazones sinceros - exclamó su abuela.

Los niños sonrieron felices, sabiendo que sus deseos se habían convertido en realidades gracias a la magia del árbol. A partir de ese día, continuaron ayudando a los demás y siendo valientes en todas las situaciones.

FIN.

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