El árbol mágico de la familia elefante



Había una vez una familia de elefantes que vivía en la selva. Estaba formada por papá elefante, mamá elefanta y su pequeño hijo Elefantito. Siempre habían soñado con hacer un viaje juntos, pero nunca habían tenido la oportunidad.

Un día, mientras paseaban cerca del río, escucharon a unos pájaros contar historias sobre el hermoso paisaje de la montaña Mágica.

Papá elefante se emocionó al oír esto y decidió que era el momento perfecto para cumplir su sueño familiar. "¡Familia! ¿Qué les parece si hacemos un viaje a la montaña Mágica? Será una aventura inolvidable", exclamó papá elefante emocionado. Mamá elefanta sonrió y dijo: "¡Claro que sí! Sería maravilloso explorar nuevos lugares juntos".

Elefantito saltaba de alegría y gritaba: "¡Sí, sí, sí! ¡Quiero ver la montaña Mágica!". Así fue como comenzaron los preparativos para el gran viaje. Empacaron comida, agua y todas las cosas necesarias para estar cómodos durante el trayecto.

Una mañana soleada, partieron hacia su destino. El camino no fue tan fácil como pensaban; tuvieron que atravesar densas selvas, cruzar ríos caudalosos y subir colinas empinadas. Pero cada obstáculo los hizo más fuertes y unidos como familia.

Después de varios días de caminar sin descanso, finalmente llegaron a la montaña Mágica. Era majestuosa, con sus picos nevados y hermosas cascadas. La familia elefante se maravilló ante tanta belleza.

Mientras exploraban la montaña, se encontraron con una mamá oso y sus dos ositos. Los pequeños ositos estaban asustados porque se habían perdido de su hogar. "¡Oh no! ¿Cómo podemos ayudarlos?", preguntó mamá elefanta preocupada.

Papá elefante tuvo una idea: "Podemos llevarlos en nuestras espaldas hasta que encuentren el camino de regreso a casa". Los elefantes cargaron a los ositos en sus espaldas y juntos comenzaron a buscar el camino hacia la guarida de los osos. Durante la travesía, compartieron historias, risas y juegos.

Elefantito hizo nuevos amigos y aprendió mucho sobre la importancia de ayudar a los demás. Finalmente, llegaron al hogar de los osos y las lágrimas de alegría llenaron los ojos de la mamá oso.

Agradecida por su amabilidad, les ofreció un regalo especial: una semilla mágica que crecería en su selva y protegería a todos sus habitantes. Con el corazón lleno de felicidad, la familia elefante regresó a casa.

Plantaron la semilla mágica en un lugar especial y vieron cómo crecía rápidamente convirtiéndose en un árbol gigante que proporcionaba sombra fresca para todos los animales.

Desde ese día, Elefantito siempre recordaría aquel viaje como una experiencia llena de aventuras y aprendizajes valiosos sobre el trabajo en equipo y la importancia de ayudar a los demás. Y así, la familia elefante vivió felices para siempre, compartiendo su amor y amabilidad con todos los que encontraban en su camino.

FIN.

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