El árbol mágico de Mateo


Había una vez en un pequeño pueblo de Argentina, un niño llamado Mateo. Mateo era muy curioso y siempre estaba buscando aventuras nuevas para vivir.

Un día, mientras exploraba el bosque cercano a su casa, se encontró con un árbol mágico. El árbol tenía la capacidad de hablar y le dijo a Mateo: "¡Hola, pequeño aventurero! Si quieres descubrir algo increíble, solo tienes que seguir las señales del camino".

Mateo emocionado comenzó a seguir las señales que el árbol le había mostrado. Caminó durante horas hasta llegar a una cueva misteriosa. Al entrar en ella, descubrió un tesoro escondido. "¡Wow! ¡Un tesoro!" exclamó Mateo emocionado.

Pero justo cuando iba a tomarlo, apareció una sombra oscura que bloqueaba su camino. Era un dragón gigante y feroz que protegía el tesoro. "¿Quién te atreve a perturbar mi guarida?" rugió el dragón. Mateo tembloroso pero valiente respondió: "Soy Mateo, el buscador de aventuras.

No quiero hacerte daño, solo quiero aprender cosas nuevas". El dragón se sorprendió por la valentía del niño y decidió darle una oportunidad.

"Muy bien, si eres tan valiente como dices, responderás tres acertijos correctamente y podrás llevarte el tesoro", desafió el dragón. Mateo aceptó el desafío sin dudarlo y escuchó atentamente los acertijos del dragón: 1) "Soy redonda como una pelota y siempre estoy en movimiento. ¿Qué soy?"2) "Vuelo sin alas, corro sin patas.

¿Quién soy?"3) "Cuanto más se quita, más grande se vuelve. ¿Qué es?"Mateo pensó durante un momento y respondió: 1) "Eres el sol". 2) "Eres el viento". 3) "Es un agujero".

El dragón quedó impresionado por las respuestas correctas de Mateo y le permitió llevarse el tesoro. "Has demostrado ser valiente y astuto, Mateo. Este tesoro te ayudará a aprender cosas nuevas cada día", dijo el dragón mientras entregaba el tesoro al niño.

Emocionado con su nuevo tesoro, Mateo regresó a su casa compartiendo la historia de su aventura con su familia y amigos. A partir de ese día, Mateo continuó explorando nuevos lugares y aprendiendo cosas nuevas gracias al poder del tesoro mágico que había obtenido.

Y así, Mateo se convirtió en un gran aventurero que nunca dejaba de aprender y descubrir cosas increíbles en cada rincón del mundo. Fin

Dirección del Cuentito copiada!