El árbol mágico del bosque

Había una vez en un pequeño pueblo rodeado de un frondoso bosque, una niña llamada Lola.

A Lola le encantaba explorar los alrededores de su casa y descubrir todo tipo de plantas y animales, pero siempre deseó tener un árbol mágico en su jardín. Un día, mientras paseaba por el bosque, encontró una misteriosa semilla brillante. Sin dudarlo, decidió plantarla en su jardín y cuidarla con mucho amor.

Día tras día, Lola regaba la semilla y le cantaba canciones, esperando que algún día brotara algo especial. Para su sorpresa, la semilla comenzó a crecer a una velocidad increíble y antes de que se diera cuenta, se convirtió en un árbol tan grande que alcanzaba las nubes.

El árbol estaba repleto de frutas de colores brillantes, algunas de ellas incluso brillaban como estrellas. Lola, maravillada, decidió compartir las frutas con todos los habitantes del pueblo.

Sin embargo, cuando cortaron las frutas y las probaron, algo increíble sucedió: cada persona que comió una fruta del árbol mágico recibió un talento especial. Algunos se convirtieron en músicos prodigiosos, otros descubrieron habilidades sorprendentes para el arte o la danza.

El pueblo entero se llenó de alegría y talento, y el bosque se convirtió en un lugar mágico donde todos podían descubrir sus dones. Así, gracias al árbol mágico, Lola y su pueblo vivieron felices y creativos para siempre.