El árbol mágico del parque



En el parque de la ciudad, un grupo de niños curiosos se reunió alrededor de la maestra Elena para comenzar su clase al aire libre.

Se sentaron en círculo sobre el césped verde mientras el sol brillaba en lo alto del cielo despejado. - Buenos días, niños. Hoy hablaremos sobre la importancia de cuidar la naturaleza - dijo la maestra Elena con entusiasmo. Los pequeños levantaron la mano emocionados, ansiosos por aprender nuevas cosas.

- ¿Alguna vez han pensado en el árbol que está al otro lado del parque? - preguntó la maestra, señalando un árbol grande y frondoso. - Sí, ese árbol es enorme y bonito - dijo Lucas, uno de los niños, con una sonrisa en el rostro.

- Exacto, Lucas. Ese árbol es muy especial. Saben, se dice que tiene poderes mágicos - contó la maestra, captando la atención de todos los presentes. Los niños se miraron entre sí con asombro.

- ¿Poderes mágicos? ¿En serio, profe? - preguntó Sofía, con los ojos brillando de emoción. - Sí, así es.

Se dice que si te acercas a ese árbol con respeto y le hablas con amor, él te concederá un deseo - explicó la maestra, observando la reacción de los niños. - ¡Wow, tenemos que probarlo! - exclamó Tomás, levantándose de un salto. Entre risas y entusiasmo, los niños se dirigieron hacia el árbol mágico. Con cuidado, rodearon su tronco con las manos y cerraron los ojos.

- ¿Qué deseo pedirán? - preguntó la maestra, observándolos con cariño. - Yo deseo que todos los animales estén protegidos y felices - dijo Sofía en voz alta.

- Yo quiero que el aire esté limpio y puro para todos - expresó Lucas con determinación. Uno a uno, los niños compartieron sus deseos, llenos de bondad y amor por la naturaleza. La maestra Elena sonrió orgullosa y les recordó lo importante que es cuidar el planeta.

- El árbol mágico escuchó sus deseos, niños. Recuerden, cada uno de nosotros tiene el poder de hacer del mundo un lugar mejor. Con amor y respeto hacia la naturaleza, lograremos grandes cosas.

Ahora, volvamos a sentarnos para seguir aprendiendo sobre la importancia de los árboles en nuestras vidas. Los niños asintieron con alegría, conscientes de que habían dado un paso importante hacia la preservación del planeta.

Esa tarde, el parque resonó con la risa y la energía positiva de los pequeños, quienes aprendieron una valiosa lección de la mano del árbol mágico.

FIN.

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