El Árbol que Caminaba



En la pintoresca comunidad de Kerani, había un árbol mágico llamado Dialas. No era un árbol cualquiera, ¡era un árbol que caminaba! Cada día, Dialas se despertaba con el amanecer y caminaba hacia la unidad educativa Pedro Domingo Murillo, donde los niños lo esperaban con alegría. Los pequeños adoraban a Dialas porque les contaba historias sobre la naturaleza, la amistad y la importancia de cuidar el medio ambiente.

Esa mañana en particular era especial, ya que se celebraba el Día del Árbol. Eran las 8 de la mañana y Dialas decidió que era el momento perfecto para hacer un viaje fantástico. Mientras caminaba, los colores y aromas de la primavera llenaban el aire.

Sin embargo, a medida que Dialas avanzaba, notó algo extraño. De repente, se encontró con Otoño, una estación de hojas doradas y viento suave.

"¡Hola, Dialas! ¿A dónde vas con tanta prisa?" - preguntó Otoño con una sonrisa.

"¡Voy hacia la unidad educativa para celebrar el Día del Árbol con los niños!" - respondió Dialas emocionado.

"¿Puedo acompañarte?" - pidió Otoño.

"¡Claro que sí! Mientras más, mejor. Los niños adorarán conocer a las estaciones" - dijo Dialas feliz.

Juntos continuaron su camino hasta que encontraron a Verano, iluminando el mundo con su calidez y su energía.

"¡Hola, amigos! ¿A dónde se dirigen tan animados?" - preguntó Verano.

"¡Vamos a la unidad educativa para celebrar el Día del Árbol!" - exclamó Dialas.

"¿Me dejan unirme a la diversión?" - dijo Verano mientras brillaba aún más.

"¡Por supuesto! Cuantos más seamos, más divertido será contarle a los niños sobre nuestra magia" - respondió Otoño.

Así, los tres amigos siguieron su camino hasta que llegaron a un claro, donde se encontraron con Invierno, luciendo su abrigo de nieve y su brillo fresco.

"¡Hola a todos! Me alegra verlos juntos. ¿A dónde van?" - inquirió Invierno, con su voz suave.

"¡Estamos yendo a la unidad educativa para celebrar el Día del Árbol!" - explicó Dialas.

"Me encantaría ir, pero tengo miedo de que los niños no entiendan que mi temporada es fría y dura" - lamentó Invierno.

"¡No te preocupes!" - alentó Verano. "Podemos enseñarles que cada estación es especial y única."

"¡Eso es!" - añadió Otoño. "Los niños necesitan conocer las cuatro estaciones y cómo cada una ayuda a la naturaleza."

Invierno se sintió mejor y se unió al grupo, así que los cuatro amigos continuaron hacia la unidad donde los esperaban los niños.

Al llegar, todos los chicos se emocionaron al ver a Dialas junto a las cuatro estaciones.

"¡Miren quiénes vinieron a celebrar con nosotros!" - gritó una de las maestras, sorprendida. "¡Es un evento único!"

Con sonrisas y risas, Dialas y las estaciones se sentaron con los niños y comenzaron a contarles sobre la magia de la naturaleza. Dialas habló sobre cómo crecen los árboles, Otoño les explicó sobre la caída de las hojas, Verano emocionó a los niños con historias de plantas floreciendo y Invierno, dulcemente, les habló sobre la importancia del frío en la tierra.

"¿Sabían que cada estación tiene su propósito?" - preguntó Dialas.

"¡Sí!" - respondieron los niños emocionados. "¡Queremos aprender más!"

¡Pero había un problema! Un grupo de manchitas en el aire estaban creando caos. Eran las pequeñas basuras voladoras, descontroladas por un viento travieso.

"¡Ayuda! ¡No podemos dejar que poco a poco arruinen el día del árbol!" - gritó Otoño, alarmado.

Entonces, Dialas tuvo una idea brillante.

"Formemos un equipo. ¡Los cuatro juntos podemos enseñarle a los niños cómo cuidar el medio ambiente!"

Los cuatro amigos empezaron a guiar a los niños para recoger la basura, convirtiendo la actividad en un juego divertido.

"¡Podemos hacer equipos! A ver quién recoge más rápido!" - sugirió Verano.

Baile, risas y emoción llenaron el aire mientras todos trabajaban en conjunto. Al finalizar, el lugar quedó reluciente y lleno de energía positiva.

"Gracias a todos, ¡hoy hemos hecho algo increíble!" - dijo Dialas, con una felicidad indescriptible.

"Recuerden siempre cuidar nuestra Tierra, así tendremos árboles y naturaleza hermosa para admirar en todas las estaciones!" - añadió Invierno.

Esa fue una experiencia inolvidable, y los niños de la comunidad prometieron cuidar su medio ambiente y respetar cada estación.

Y así, Dialas y sus amigos regresaron a casa, cansados pero contentos, con la certeza de que juntos habían sembrado semillas de amor por la naturaleza en el corazón de cada niño.

Desde entonces, el Día del Árbol en Kerani se celebró cada año con historias de las estaciones, juegos en equipo y, sobre todo, mucha fraternidad.

FIN.

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