El Árbol que Dejó Brillar la Navidad



Era una tarde soleada de diciembre en la casa de los Rodríguez. Los chicos estaban emocionados porque se acercaba la Navidad, y su mamá les había dicho que este año tendrían un árbol especial. Aquella mañana, mientras buscaban cajas en el desván, encontraron un viejo árbol de Navidad. Estaba cubierto de polvo y tenía algunas ramas rotas.

"¡Mira lo que encontramos!" - exclamó Sofía, la mayor de los hermanos.

"Es un árbol muy viejo, pero creo que podemos arreglarlo" - dijo Lucas, el mediano, mientras lo sacaba con cuidado de la caja.

"Sí, sería lindo decorarlo juntos" - agregó Valen, el más pequeño, con los ojos brillando de emoción.

Mientras comenzaban a limpiar el árbol, Sofía recordó que su papá siempre solía decir que la Navidad era un tiempo de unión y de hacer brillar a quienes amamos. Pero este año, había una sombra en el aire. Su papá había partido un mes antes, y la tristeza aún pesaba en sus corazones.

"¿Qué es lo que más extrañan de papá en estas fiestas?" - preguntó Sofía, mientras despojaban al árbol de telarañas.

"A mí me gustaría que estuviera aquí para hacer galletitas" - dijo Valen, con un suspiro.

"Y a mí me gustaría escuchar sus historias mientras adornamos el árbol" - agregó Lucas, recordando esas viejas tradiciones.

Con una mezcla de tristeza y amor, los tres hermanos decidieron que aunque no podían cambiar lo sucedido, podían hacer algo especial para honrar la memoria de su papá. Así que decidieron que este año, el árbol representaría todos los momentos felices que habían vivido juntos.

"¡Vamos a decorarlo con nuestras cosas favoritas de él!" - propuso Lucas. Así que empezaron a buscar entre los objetos que tenían. Encontraron una cinta roja de papá, con la que solía envolver los regalos, y una pequeña estrellita dorada que siempre ponía en la punta del árbol.

"Esta estrella es muy especial, Valen, ¿te gustaría que la pongas tú?" - le preguntó Sofía.

"¡Sí!" - respondió entusiasmado.

Con cada adorno que colgaban, recordaban una anécdota relacionada con su papá. Era como si él estuviera allí, riendo y disfrutando con ellos.

"Papá siempre decía que cada adorno tenía una historia, ¡así que esta vez debemos contarla!" - dijo Lucas, mientras ataba la cinta roja alrededor del árbol.

"¡Entonces vamos a contarla todos juntos!" - sugirió Sofía. Así, se sentaron alrededor del árbol y empezaron a compartir historias.

Valen recordó lo feliz que estaba su papá el año pasado cuando hicieron galletas, mientras que Sofía habló sobre el día en que fueron a cortar el árbol juntos. Lucas también añadió que su papá siempre les decía que lo más importante no era el árbol, sino la familia y los momentos compartidos.

Al finalizar, el árbol quedó divino, lleno de recuerdos y amor.

"Miren, este año nuestro árbol tiene la esencia de papá", dijo Sofía, sonriendo mientras miraban su creación.

"¡Vamos a iluminarlos!" - exclamó Valen, mientras encendían las luces del árbol, que brillaron en colores cálidos, haciendo que todo el lugar resplandeciera.

A medida que miraban el árbol, sintieron que su tristeza empezaba a desdibujarse. Comprendieron que la verdadera unión les daba fuerza, y que su papá siempre viviría en sus corazones.

"Papá estaría orgulloso de nosotros" - dijo Lucas, mientras abrazaban su árbol decorado, llenos de amor.

Y así, la magia de la Navidad volvió a iluminar el hogar Rodríguez, enseñándoles que, a pesar de la tristeza, siempre podían encontrar la alegría en la unión y el amor familiar.

FIN.

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