El Árbol que Encontró Amor



Había una vez un hermoso árbol que vivía en un campo soleado y lleno de vida.

El árbol estaba muy contento con su hogar, pero a medida que pasaba el tiempo, el campo se fue volviendo cada vez más silencioso. Un día, una familia decidió mudarse al campo. El árbol sintió una gran alegría al verlos llegar, ya que creyó que nunca estaría solo nuevamente. Sin embargo, la felicidad no duró mucho tiempo.

La familia comenzó a maltratar al pobre árbol. Los niños se trepaban en sus ramas sin cuidado alguno y arrancaban sus hojas sin ningún respeto. El árbol sufrió mucho dolor y tristeza por este trato cruel.

Un día, cansado de tanto sufrimiento, el árbol decidió huir del campo e ir en busca de un lugar donde pudiera ser feliz y respetado como merecía.

Con lágrimas en sus ojos verdes, partió hacia otro campo lejano donde había escuchado que los demás árboles eran tratados con amor y cariño. Al llegar al nuevo campo, el árbol quedó maravillado por lo hermoso que era todo a su alrededor. Los otros árboles lo recibieron con los brazos abiertos y le dieron la bienvenida.

Allí encontró paz y tranquilidad. Pasaron los días y las estaciones iban cambiando. El sol brillaba sobre el nuevo campo mientras las hojas del árbol bailaban al son del viento fresco.

Las aves cantaban melodías alegres entre sus ramas y los animales se refugiaban bajo su sombra. Un día, el árbol escuchó un ruido familiar. Era la familia que lo había maltratado en el pasado. Se acercaron al árbol con caras arrepentidas y tristes.

El padre de la familia tomó la palabra:"Querido árbol, venimos a pedirte perdón por todo el daño que te hemos causado. Nos dimos cuenta de lo valioso que eres y nos arrepentimos profundamente de nuestras acciones".

El árbol, aunque herido en su corazón, decidió escuchar las disculpas de la familia. Después de todo, todos merecen una oportunidad para cambiar y aprender. "Acepto tus disculpas", dijo el árbol con voz serena.

"Pero recuerden siempre tratar a los demás con respeto y amor". La familia aprendió una gran lección ese día: nunca debemos hacerle daño a nadie ni tomar por sentado lo que tenemos a nuestro alrededor. Desde aquel momento, prometieron cuidar al árbol como se merecía.

El tiempo pasó y la familia cumplió su promesa. Cada vez que visitaban el campo, llevaban regalos al árbol y compartían momentos felices bajo su sombra protectora.

Y así, el hermoso árbol vivió feliz junto a la familia y los demás árboles del campo. Aprendieron juntos sobre la importancia del respeto hacia todas las formas de vida y cómo nuestras acciones pueden afectar a otros. Y colorín colorado, esta historia llena de enseñanzas ha terminado.

FIN.

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