El árbol que habló por su vida



Había una vez una niña llamada Ana que asistía a la escuela primaria. Ella era muy inteligente y tenía muchos amigos, pero un día todo cambió.

Un grupo de compañeros comenzó a burlarse de ella por su aspecto físico y por sacar siempre las mejores notas en los exámenes. Ana se sintió muy triste y enfadada, no entendía por qué le hacían eso si siempre había sido buena con ellos.

Los días pasaron y el maltrato continuó, cada vez más agresivo. Ana intentaba ignorarlos, pero no podía evitar sentirse herida por dentro. Un día, después de clase, uno de los chicos la empujó y ella cayó al suelo lastimándose el brazo.

Ana estaba desconsolada y no sabía qué hacer. Fue entonces cuando su abuela le contó una historia que había aprendido de pequeña:"-Había una vez un árbol muy grande y fuerte que vivía en un bosque.

Todos los animales lo admiraban porque les daba sombra en verano y protección durante las tormentas. Pero un día llegó un grupo de leñadores que querían cortarlo para venderlo como madera.

El árbol se puso muy triste al pensar que iba a morir sin haber cumplido su propósito en la vida. Entonces decidió hablar con los leñadores:- Por favor, no me corten - les dijo - Yo sé que soy útil para ustedes como madera, pero también puedo servirles viviendo aquí como protector del bosque.

Los leñadores reflexionaron sobre sus palabras y finalmente aceptaron dejarlo en paz. "Ana entendió el mensaje detrás de la historia y decidió hablar con sus compañeros. Les explicó cómo se sentía y les pidió que dejaran de hacerle daño.

Para su sorpresa, los chicos se disculparon y le dijeron que no sabían lo mal que la estaban haciendo sentir. A partir de ese día, Ana recuperó su felicidad y volvió a disfrutar de la escuela como antes.

La moraleja de esta historia es que siempre podemos encontrar soluciones pacíficas a los problemas si hablamos con sinceridad y respeto hacia los demás. No hay necesidad de recurrir al maltrato ni a la violencia para resolver nuestros conflictos emocionales.

FIN.

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