El árbol rojo y el loro Luis



Había una vez en un bosque encantado, un árbol de color rojo llamado Rubén. Rubén era diferente a los demás árboles, ya que su corteza era de un rojo intenso y sus hojas brillaban como el fuego.

A pesar de ser tan especial, Rubén se sentía triste porque pensaba que nadie lo quería por ser diferente. Un día, mientras Rubén estaba sumido en sus pensamientos, escuchó un alegre "¡Hola!" proveniente de arriba.

Era el loro Luis, quien con su plumaje verde y amarillo brillante contrastaba con el rojo del árbol. Luis había estado observando a Rubén desde hacía tiempo y quería hacerle compañía. "¡Hola! ¿Cómo te llamas?", preguntó emocionado Luis.

Rubén se sorprendió al principio, pero luego respondió tímidamente: "Soy Rubén, el árbol rojo. ""¡Qué hermoso eres! Nunca antes había visto un árbol tan especial como tú", dijo Luis con entusiasmo. Rubén no podía creerlo. Nadie le había dicho algo así antes.

A partir de ese día, Rubén y Luis se convirtieron en grandes amigos. Pasaban horas conversando sobre la vida en el bosque y compartiendo sus sueños más profundos.

Un día, durante una tormenta muy fuerte, un rayo cayó sobre el bosque y provocó un incendio que amenazaba con arrasar todo a su paso. Los animales del lugar entraron en pánico y empezaron a correr en busca de refugio.

"¡Rubén, debemos hacer algo para detener el fuego!", exclamó Luis alarmado. Rubén asintió con determinación y les pidió a los demás árboles que extendieran sus ramas lo más posible para crear una barrera verde que impidiera que las llamas se propagaran.

Gracias al trabajo en equipo entre todos los habitantes del bosque, lograron contener el incendio y salvar sus hogares. Desde ese día, Rubén comprendió que ser diferente no era algo malo; al contrario, su singularidad lo ayudó a proteger a quienes amaba.

La valentía y solidaridad demostradas por Rubén inspiraron a todos en el bosque a aceptarse tal como eran y trabajar juntos para superar cualquier adversidad que se presentara.

Y así, entre risas y cantos de alegría, la amistad entre Rubén y Luis perduró por siempre jamás en aquel mágico rincón del mundo donde los colores cobran vida.

FIN.

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