El árbol y sus amigos



Había una vez un hermoso algarrobo que crecía en medio de un amplio campo.

Era el árbol más grande y frondoso de la zona, y todos los animales del lugar se refugiaban debajo de su sombra durante los días calurosos. Un día, unos leñadores llegaron al campo armados con hachas y sierras. Ellos querían talar el algarrobo para vender su madera y ganar dinero.

Los animales del campo se preocuparon por lo que pasaría sin la protección del árbol, pero no sabían cómo detener a los hombres. - ¡No podemos permitir que corten nuestro hogar! -dijo un pequeño ratón-. Debemos hacer algo para salvar al algarrobo.

Los demás animales estuvieron de acuerdo con él, pero no sabían qué hacer. Fue entonces cuando apareció una inteligente lechuza. - Escuché todo lo que dijeron -dijo la lechuza-. Y tengo una idea para ayudar al árbol.

La lechuza explicó su plan a los demás animales: ellos debían trabajar juntos para distraer a los leñadores mientras ella hablaba con ellos en secreto. Esa noche, cuando los leñadores estaban descansando después de un largo día de trabajo, la lechuza voló hasta donde estaban acampando.

Les habló sobre lo importante que era el algarrobo para todos los seres vivos del campo y les pidió que reconsideraran su decisión de talarlo. Los hombres escucharon atentamente lo que decía la lechuza y finalmente decidieron dejar en paz al árbol.

La mañana siguiente, los animales del campo se despertaron felices al ver que el algarrobo seguía allí, alto y fuerte. - ¡Lo logramos! -dijo la lechuza-. Pero no podemos permitir que esto vuelva a pasar.

Debemos cuidar mejor nuestro hogar. Los animales estuvieron de acuerdo con ella y comenzaron a trabajar juntos para proteger al árbol. Plantaron más árboles alrededor del campo para proporcionar sombra y comida, y construyeron pequeñas casas para refugiarse durante las tormentas.

Desde ese día en adelante, el campo se convirtió en un lugar aún más hermoso y acogedor gracias a la colaboración entre los animales. Y el algarrobo continuó creciendo felizmente bajo su sombra protectora.

FIN.

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