El Arco Iris de Aurorita



En una ciudad vibrante y llena de colores, vivía Aurorita, una adolescente negra y orgullosamente lesbiana que amaba el arte y dibujar bellos arco iris. Sin embargo, en su escuela, las cosas no siempre eran tan coloridas. Aurorita enfrentaba el bullying y el ciberbullying de algunos chicos que no comprendían su diversidad.

Un día, mientras Aurorita estaba en su clase de arte, un compañero llamado Tomás decidió burlarse de ella.

"Mirá esa chica que se cree una artista, ¡qué raro!" - dijo, riendo junto a sus amigos.

Aurorita se sintió herida, pero en su interior sabía que era importante ser valiente. En lugar de llorar, decidió expresarse a través de su arte. Al salir de la escuela, se sentó en un parque y comenzó a pintar. Usó todos los colores que pudo encontrar, creando un enorme arco iris que representaba la diversidad y la aceptación.

Mientras pintaba, se acercó Maggie, una chica nueva que había llegado a la escuela.

"Me encanta tu pintura, Aurorita. Eres muy talentosa." - dijo Maggie, sonriendo.

"Gracias... pero a veces me siento sola por ser diferente." - respondió Aurorita, dudando un poco.

"No estás sola. La diversidad es lo que nos hace únicos y especiales. ¿Te gustaría que pintemos juntas?" - propuso Maggie entusiasmada.

Esa invitación encendió una chispa de esperanza en el corazón de Aurorita. A partir de ese momento, las dos chicas se unieron para crear un mural en la pared de la escuela que absorbiera todos los colores del arco iris. Invitaron a otros compañeros a participar, haciendo que cada uno pudiera plasmar su propia interpretación de la diversidad.

Mientras tanto, el bullying no se detuvo. Tomás y sus amigos continuaron burlándose, pero Aurorita encontró en su arte la fuerza para seguir adelante. Al ver que otros alumnos se unían al mural, Tomás comenzó a sentir que estaba perdiendo poder.

"¿Por qué están haciendo esto?" - se quejaba.

Más tarde, un grupo de chicas populares que solía reírse de Aurorita se acercó al mural.

"¿Puedo pintar también?" - preguntó una de ellas, llamada Valentina.

"Claro, todos están invitados!" - respondió Maggie, entusiasmada.

Valentina se unió y comenzó a pintar. Al ver que su grupo de amigas la seguía, Tomás se puso nervioso.

"No, no deberíamos estar aquí..." - intentó decir, pero las chicas lo ignoraron y siguieron pintando.

A medida que el mural se llenaba de pinturas y sonrisas, la escuela comenzó a cambiar. Aurorita y Maggie se convirtieron en amigas cercanas y su mural se transformó en un símbolo de unidad y aceptación.

Un día, durante la inauguración del mural, la directora de la escuela subió al escenario.

"Este mural es un bello recordatorio de que la diversidad nos hace más fuertes. Vamos a celebrar a cada persona por ser quien es, sin importar su color, su orientación o sus intereses." - anunció con orgullo.

El auditorio estalló en aplausos y los padres de Aurorita llegaron emocionados. Aurorita, con lágrimas de alegría, se dio cuenta de que su arte había tocado los corazones de todos. Incluso Tomás, que estaba entre la multitud, sintió un cambio en su interior.

Después de la inauguración, se acercó a Aurorita.

"Lo siento por cómo te traté. No debería haberte discriminado." - dijo con sinceridad.

"Gracias por reconocerlo, Tomás. Todos podemos aprender juntos y ser mejores." - le respondió Aurorita, con una sonrisa que iluminaba su rostro.

A partir de ese día, Aurorita se convirtió en una voz importante en su escuela y continuó usando su arte para promover la aceptación y el respeto. Junto a Maggie, creó talleres donde todos podían expresarse y conocer más sobre los distintos tipos de diversidad.

Y así, el arco iris que comenzó como un simple dibujo se transformó en un movimiento de amor y unidad, donde la diversidad fue celebrada, y el bullying se convirtió en un recuerdo del pasado. La fuerza de Aurorita y su arte cambió no solo su vida, sino la vida de toda su comunidad. El mural se quedó ahí, recordándoles que ser diferentes es lo que nos hace especiales y que todos, sin importar cómo somos, ¡somos parte de un mismo hermoso arco iris!

FIN.

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