El Arco Iris que Quería Ser Niña



Una vez en un reino de colores brillantes, un arco iris resplandecía en el cielo. Era un arco iris especial, porque no solo traía lluvia y sol. Este arco iris soñaba con visitar la Tierra y compartir su alegría con todos los niños.

Se llamaba Lis, y aunque era hermoso en el cielo, sentía un vacío. Un día decidió que lo mejor sería convertirse en una niña para ver cómo era la vida en la Tierra.

"¿Y si bajo al mundo y me transformo en una niña? ¡Podré jugar, reir y compartir mi alegría!" , pensó Lis.

Al instante, una brisa mágica paseó por el cielo y Lis se convirtió en una niña chispeante con cabellos de colores. Con una sonrisa en su rostro, voló hacia el pueblo lleno de vida y risas.

Cuando aterrizó, los niños la miraron con curiosidad.

"¿Quién sos?" , preguntó una niña llamada Sofía,

"Soy Lis, y vengo a compartir la alegría del arco iris" , dijo emocionada.

Los niños quedaron fascinados y decidieron llevar a Lis al parque. Jugaron a las escondidas, saltaron en los charcos y rieron a carcajadas. Por primera vez, Lis sintió lo que era ser parte de una comunidad.

Pero pronto, notó algo que la preocupó. Mientras más jugaban, el cielo se tornaba gris y los colores del arco iris se empezaban a desvanecer.

"Chicos, ¿saben que si se acaban las risas y la alegría se van mis colores?" , comentó Lis con voz triste.

Los niños se miraron entre sí, entendiendo que la alegría de Lis estaba ligada a su felicidad.

"¿Pero qué podemos hacer?" , preguntó un niño llamado Tomás.

"¡Debemos hacer reír a todos en el barrio!" , sugirió Sofía.

Así que, decididos a ayudar a Lis, comenzaron a organizar juegos y actividades para contagiar risas a todos. Inventaron un concurso de chistes, dibujaron increíbles murales de colores, e incluso armaron una fiesta del arco iris con música y bailes.

El día llegó y el parque se llenó de risas. Lis danzaba de alegría viendo cómo todos disfrutaban y, por primera vez, sintió que su misión estaba siendo cumplida. Pero justo cuando parecía que todo iba bien, una nube oscura apareció.

"¿Qué está pasando?" , preguntó Lis aterrada.

"¡Es la nube de la tristeza!" , exclamó Tomás.

"¡Debemos hacer algo!" , dijo Sofía.

Lis sabía que la única forma de derrotar a la nube era con más alegría. Comenzó a hacer malabares y a contar historias divertidas. Los niños la siguieron y todos comenzaron a cantar.

Poco a poco, las risas se hicieron tan fuertes que la nube oscura comenzó a desvanecerse.

"¡Eso es! ¡Más risas!" , gritó Lis.

El sol apareció y la alegría regresó al parque. Lis se dio cuenta de que había encontrado la belleza de la vida no solo en ser una niña, sino también en compartir y hacer felices a los demás.

Con su misión cumplida, Lis sintió que era hora de regresar al cielo.

"Gracias, queridos amigos. ¡Voy a llevar su risa al cielo!" , les dijo, con lágrimas de felicidad en los ojos.

Los niños se despidieron con abrazos, prometiendo siempre cuidar la alegría en sus corazones.

Con un brillo radiante, Lis ascendió al cielo, y desde entonces, cada vez que veían un arco iris, los niños sabían que era Lis, sonriendo y llevando su alegría a todos, convirtiéndose en un símbolo de amistad y felicidad para siempre, recordando que la alegría siempre puede ser compartida.

Y así, desde entonces, el arco iris no solo fue un espectáculo, sino un símbolo de la unión entre los niños y la magia que se puede crear al compartir sonrisas.

FIN.

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