El Arcoíris de la Esperanza



Había una vez en un pequeño pueblo llamado Belén, un niño llamado Juanito que soñaba con ser un gran héroe y ayudar a todos los que lo necesitaban.

Un día, mientras jugaba en el campo, vio a lo lejos una figura brillante acercándose lentamente. Era Jesucristo, quien había regresado por segunda vez para llevar a cabo una misión muy especial.

Jesucristo se acercó a Juanito y le dijo: "Juanito, he vuelto para pedirte tu ayuda en una tarea muy importante. Necesito que me ayudes a encontrar el Arcoíris de la Esperanza, que ha desaparecido del cielo y sin él, las personas han perdido la fe y la alegría en sus corazones".

Juanito asintió emocionado y juntos emprendieron un viaje hacia las montañas más altas del pueblo, donde se decía que el Arcoíris de la Esperanza se escondía.

En su camino, se encontraron con varios desafíos como ríos caudalosos y bosques oscuros, pero con valentía y determinación lograron superarlos. Finalmente llegaron a la cima de la montaña más alta y allí encontraron al Arcoíris de la Esperanza atrapado entre las rocas. Juanito intentó liberarlo con todas sus fuerzas, pero no pudo hacerlo solo.

Fue entonces cuando Jesucristo extendió su mano sobre el arcoíris y con amoroso cuidado lo liberó. Al instante, el Arcoíris de la Esperanza iluminó el cielo con sus colores brillantes y todos en el pueblo sintieron una profunda alegría en sus corazones.

La fe volvió a renacer y las personas comenzaron a creer nuevamente en un futuro mejor. "Gracias por tu valentía y tu noble corazón, Juanito", dijo Jesucristo con una sonrisa cálida.

"Has demostrado que cualquier persona, sin importar su tamaño o edad, puede ser un verdadero héroe cuando actúa con bondad y generosidad". Juanito sonrió feliz sabiendo que había cumplido su misión y devuelto la esperanza a su pueblo.

Desde ese día en adelante, siempre recordaría aquel increíble encuentro con Jesucristo como uno de los momentos más especiales de su vida. Y así termina nuestra historia queridos niños/as... Recuerden siempre mantener viva la esperanza en sus corazones ¡Buenas noches!

FIN.

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