El arcoíris encantado
Había una vez un pequeño circo en el corazón de la ciudad. En ese circo vivían personajes muy especiales: un payaso llamado Chispitas, un león valiente llamado Rugido, y un unicornio mágico llamado Destello.
Juntos formaban un equipo inseparable que llenaba de alegría a todos los niños que los veían actuar. Un día, mientras se preparaban para su espectáculo, Chispitas notó algo extraño en el cielo. Había aparecido un arcoíris brillante y hermoso.
Todos quedaron maravillados al verlo. -¡Miren qué bonito! -exclamó Destello emocionado-.
¡Es tan colorido! Rugido miró con curiosidad y dijo:-Eso es increíble, pero ¿cómo llegó hasta aquí? Chispitas tuvo una idea repentina:-Chicos, creo que si seguimos el arcoíris nos llevará a algún lugar mágico. ¡Vamos a explorar! Sin pensarlo dos veces, los tres amigos emprendieron su aventura siguiendo las luces del arcoíris. Caminaron durante horas sin descanso hasta llegar a un bosque encantado.
Allí encontraron una hada triste llamada Aurora que les contó su historia:-Hace mucho tiempo, este bosque estaba lleno de vida y magia. Pero hace poco ocurrió algo terrible: un malvado hechicero lanzó fuego sobre él y todo se convirtió en cenizas.
Los animales y las criaturas mágicas huyeron asustados dejando atrás sus hogares destrozados. -Necesitamos recuperar la magia de este lugar, pero no sabemos cómo hacerlo -dijo Aurora con lágrimas en los ojos. Chispitas, Rugido y Destello se miraron entre sí y supieron que debían ayudar.
Trabajaron juntos para reconstruir el bosque usando su ingenio y habilidades únicas. El payaso Chispitas hizo malabares con sus bolas brillantes para decorar los árboles.
El león Rugido utilizó su fuerza para levantar troncos caídos y construir refugios nuevos. Y el unicornio Destello usó su cuerno mágico para hacer crecer flores hermosas en cada rincón del bosque. Poco a poco, el bosque fue recuperando su esplendor perdido.
Los animales regresaron, las plantas volvieron a florecer y la magia llenó nuevamente el aire. Aurora estaba emocionada:-¡Ustedes han hecho un milagro! Gracias por traer de vuelta la alegría a nuestro hogar. Los tres amigos sonrieron orgullosos y se despidieron de Aurora sabiendo que habían cumplido una misión importante.
De regreso al circo, Chispitas, Rugido y Destello siguieron llenando de risas e ilusión cada espectáculo.
Pero ahora tenían una historia especial para compartir con todos los niños: la importancia de trabajar juntos, ser valientes frente a los desafíos y nunca perder la esperanza cuando las cosas parecen difíciles.
Y así, gracias a su amistad inquebrantable y a su espíritu aventurero, estos personajes demostraron que incluso en medio del fuego más intenso, siempre hay un arcoíris de esperanza que nos guía hacia nuevos y maravillosos horizontes.
FIN.