El armario mágico de Nico



Había una vez un niño llamado Nico, que vivía en un pequeño pueblo lleno de sol y flores. A Nico le encantaba jugar y explorar, pero había algo que siempre le traía problemas: elegir su ropa cada mañana. Un día, mientras ayudaba a su abuela a limpiar el desván, descubrió un viejo armario cubierto de polvo.

"¿Qué es esto, abuela?" - preguntó Nico, curioso.

"Es un armario mágico, querido. Se dice que puede ayudarte a elegir tu ropa, pero solo si sigues los pasos correctos." - respondió su abuela con una sonrisa.

Intrigado, Nico decidió probarlo al día siguiente. Cuando se despertó, se acercó al armario.

"Hola, armario mágico. Estoy listo para elegir mi ropa." - dijo Nico, emocionado.

Pero el armario no respondió. En cambio, una voz suave y melodiosa emergió de él.

"Primero, tienes que recordar lo que aprendiste ayer. ¿Qué cosas te hicieron feliz?" - preguntó el armario.

Nico pensó por un momento y recordó el divertido juego que tuvo con sus amigos en el parque.

"Jugar con mis amigos me hace feliz." - respondió Nico.

"Muy bien. Ahora, menciona algo que siempre te hace sentir cómodo." - dijo el armario.

"Me encanta mi camiseta azul, porque es suave y es mi color favorito." - dijo Nico.

"¡Excelente! La última pregunta, ¿qué sueño quieres cumplir hoy?" - preguntó el armario, animado.

"Quiero jugar al fútbol con mis amigos después de la escuela. Quiero ser el mejor jugador del día." - contestó Nico con determinación.

Entonces, el armario comenzó a moverse. Las puertas se abrieron de par en par y, mágicamente, comenzaron a salir prendas de ropa que combinaban con las respuestas de Nico. Una camiseta azul, una gorra y pantalones cómodos aparecieron ante él.

"¡Guau, esto es increíble! Muchas gracias, armario mágico." - exclamó Nico, vestido y listo para el día.

Pero las cosas no siempre marcharon como él esperaba. En la escuela, Nico llegó con su ropa nueva y llamó la atención de todos.

"¡Mirá el nuevo look de Nico!" - dijo su compañero Tomás, riendo.

Nico se sintió algo incómodo, pero recordó las decisiones que había tomado con el armario. Decidió no dejar que eso lo afectara. Se unió a sus amigos, quienes estaban admirados por su valentía,

"Nico, ¿vos elegiste solo usar esa ropa?" - preguntó Luisa, sorprendida.

"Sí, es lo que hace feliz a Nico. ¡Listo para jugar!" - respondió con una sonrisa.

Jugaron al fútbol, y aunque al principio no fue el mejor, su actitud lo hizo destacar entre sus amigos. Al final del día, Nico se dio cuenta de que lo importante no era cómo se veía, sino cómo se sentía.

Al llegar a casa, felicitó al armario.

"Hoy aprendí a ser yo mismo. Muchas gracias por ayudarte en la elección." - dijo Nico.

"Recuerda, Nico, la verdadera magia está en ser sincero contigo mismo y seguir lo que te hace feliz.” - respondió el armario.

Desde ese día, Nico sabía que cada mañana, el armario no solo le ayudaría con su ropa, sino que también le enseñaría a ser auténtico, a elegir lo que realmente lo hacía feliz.

Y así, el armario mágico ayudó a Nico a convertirse en un niño valiente, lleno de confianza y alegría, enseñándole que las mejores decisiones vienen desde el corazón. De esta manera, cada día se convertía en una nueva aventura, donde la magia no solo estaba en su armario, sino en su forma de ver el mundo.

FIN.

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