El arquero de los sueños
Había una vez un niño llamado Valen, quien era conocido por ser siempre muy feliz y tener muchos amigos. A Valen le encantaba jugar videojuegos y pasar tiempo con sus amigos en el parque.
Pero lo que más destacaba de Valen era su cariño hacia sus abuelos. Siempre los abrazaba fuerte y les decía lo mucho que los quería sin ninguna vergüenza.
Sus abuelos se sentían muy amados y felices cada vez que Valen les demostraba su cariño. Un día, mientras jugaba en el parque, Valen notó a Susana, una niña triste y preocupada. Se acercó a ella y le preguntó qué le pasaba. "Mi hermanito Benicio está enfermo", dijo Susana con lágrimas en los ojos.
"Mis padres están ocupados cuidándolo todo el tiempo y siento que no me prestan atención". Valen sintió mucha empatía por Susana y decidió ayudarla.
Le propuso llevarle algunos libros para entretenerse mientras estaba en casa cuidando a su hermano. Susana sonrió emocionada por la generosa oferta de Valen y aceptó encantada. Desde ese día, Valen visitaba a Susana regularmente llevándole nuevos libros para leer.
Un día, mientras jugaban al fútbol en el parque, Pedro, el hermano mayor de Valen, se unió al juego. Pedro era muy talentoso jugando al fútbol e inspiró a Valen a seguir sus pasos. Valen decidió convertirse en arquero porque admiraba la habilidad de su hermano mayor bajo los tres palos.
Practicaba todos los días en el patio trasero de su casa y se esforzaba por mejorar sus habilidades. Un día, Valen fue invitado a un torneo de fútbol en su escuela.
Estaba muy emocionado y se preparó para dar lo mejor de sí como arquero. Durante el primer partido, Valen tuvo una actuación espectacular. Detuvo cada disparo que iba hacia su portería y ayudó a su equipo a ganar el juego.
Todos sus amigos lo felicitaron y estaban impresionados con su talento. En la final del torneo, Valen se enfrentó al equipo más fuerte de la escuela. El partido estaba empatado y ambos equipos estaban luchando por marcar un gol decisivo.
Faltando solo unos minutos para que terminara el partido, el equipo contrario tuvo una oportunidad clara de gol. El jugador rival pateó fuerte hacia la portería de Valen, pero él saltó valientemente y logró desviar el balón con una increíble atajada.
El pitido final sonó segundos después y todos corrieron a abrazar a Valen. Su equipo había ganado gracias a su gran actuación bajo los tres palos.
Valen se sintió muy orgulloso de sí mismo por haber logrado algo tan importante para él y para su equipo. Pero también sabía que no habría sido posible sin la ayuda de sus amigos, especialmente Susana, quien siempre lo apoyaba desde las gradas.
Desde ese día, Valen entendió que ser feliz no solo depende de tener muchos amigos o jugar videojuegos. También significa demostrar cariño sincero hacia los demás, ayudar cuando alguien lo necesita e ir tras tus sueños con determinación, como él hizo al convertirse en un talentoso arquero.
Valen siguió cosechando amistades y demostrando su cariño a sus seres queridos. Siempre recordaba la importancia de ayudar a los demás y nunca dejaba de perseguir sus sueños.
Y así, Valen vivió una vida llena de felicidad, amor y éxito, siendo un ejemplo para todos los niños que lo conocían.
FIN.