El arquero valiente



En un pequeño pueblo llamado Villa Gol, había un arquero de fútbol llamado Matías. Todos los niños del lugar se reunían en el campo de juego para jugar al fútbol todos los días después de la escuela.

Matías siempre estaba ahí, pero nunca se animaba a atajar. Los demás chicos no entendían por qué Matías tenía tanto miedo. Él era el más alto y fuerte del grupo, pero cuando le tocaba ser arquero, simplemente se quedaba paralizado.

Los disparos pasaban cerca suyo sin que él hiciera ningún intento por detenerlos. Un día, mientras todos jugaban en el campo, llegó un hombre misterioso vestido con traje y corbata.

Se acercó a Matías y le dijo:"Hola, soy el señor Valdez y he oído que tienes miedo de atajar ¿Es cierto?"Matías asintió tímidamente con la cabeza. —"Bueno" , continuó el señor Valdez, "tengo una solución para ti. Conozco a alguien muy especial que puede ayudarte".

Intrigado, Matías siguió al señor Valdez hasta llegar a una casa antigua en las afueras del pueblo. Allí encontraron a Don Ramón, un anciano sabio que había sido arquero profesional hace muchos años.

Don Ramón invitó a Matías a sentarse junto a él y comenzó a contarle historias sobre su época como arquero: cómo enfrentaba sus miedos antes de cada partido y cómo aprendió a confiar en sí mismo.

"El secreto está en creer en ti mismo", decía Don Ramón "Si no confías en tus habilidades, nunca podrás superar tus miedos". Matías escuchaba atentamente cada palabra de Don Ramón y poco a poco comenzó a sentirse inspirado.

Decidió que era hora de enfrentar su miedo y demostrarle a todos que podía ser un gran arquero. Al día siguiente, en el campo de juego, Matías se acercó al arco con determinación. Los demás chicos no podían creer lo que veían.

El primer disparo fue desviado por Matías con una increíble estirada. Todos aplaudieron emocionados. "¡Vamos Mati! ¡Tú puedes!" -gritaban los chicos animándolo. Matías se sentía más seguro con cada atajada que realizaba. Su confianza crecía y su miedo se desvanecía como por arte de magia.

Al final del partido, todos rodearon a Matías para felicitarlo por su valentía y habilidad. A partir de ese día, Matías se convirtió en el mejor arquero del pueblo.

Participó en torneos y ganó muchos premios gracias a su esfuerzo y perseverancia. La historia de Matías enseñó a todos los niños la importancia de enfrentar sus miedos y creer en sí mismos.

Aprendieron que no hay nada imposible si tienes confianza en tus habilidades y te esfuerzas por lograrlo. Y así, Villa Gol tuvo un nuevo héroe: el valiente arquero llamado Matías, quien demostró al mundo entero que no hay límites cuando uno cree en sí mismo.

FIN.

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