El arte de cuidar cuerpo y mente
Martina era una niña muy creativa y talentosa. Desde que era muy pequeña, le encantaba dibujar y pintar todo lo que veía a su alrededor. Su habitación estaba llena de dibujos y pinturas que había hecho ella misma.
Un día, Martina fue a visitar a su abuela en el campo. Allí, se encontró con un viejo árbol enorme y hermoso. El árbol tenía ramas tan largas que parecían tocar el cielo.
- ¡Mira abuela! - Exclamó Martina emocionada - ¡Es el árbol más grande que he visto en mi vida! Quiero dibujarlo. - Claro cariño, adelante - Respondió la abuela sonriendo. Martina sacó sus lápices de colores y comenzó a dibujar el árbol con mucho cuidado.
Pero mientras trabajaba en su dibujo, notó algo extraño: las hojas del árbol se estaban marchitando poco a poco. - Abuela, ¿por qué las hojas del árbol están cayendo? - Preguntó preocupada Martina.
La abuela explicó cómo el cambio de estación hacía que los árboles perdieran sus hojas para prepararse para el invierno. Pero también le dijo algo más importante:- Sabes Martina, los árboles son como nosotros. Necesitan agua, sol y amor para crecer fuertes y saludables.
Martina entendió inmediatamente lo que su abuela quería decirle: si quería seguir siendo una artista exitosa como siempre había sido, debía cuidarse bien así misma también.
Desde ese día en adelante, Martina comenzó a prestar más atención a su cuerpo y mente. Comenzó a hacer ejercicio, comer alimentos saludables y pasar tiempo al aire libre. También se dio cuenta de que la práctica constante era esencial para mejorar sus habilidades artísticas.
Con el tiempo, Martina se convirtió en una artista aún mejor de lo que había sido antes. Y cuando regresó al campo para visitar a su abuela nuevamente, notó algo maravilloso: el árbol que había dibujado estaba lleno de hojas verdes y saludables.
- ¡Mira abuela! - Gritó emocionada - ¡El árbol está tan hermoso como siempre! La abuela sonrió con orgullo mientras acariciaba el cabello largo y rubio de Martina. - Sí cariño, así es como funciona la vida.
Si cuidas bien las cosas que amas, crecerán fuertes y sanas. Martina aprendió una lección importante ese día: si quería seguir siendo una gran artista, debía cuidarse bien ella misma también. Y así lo hizo por el resto de su vida.
FIN.