El arte de Elliot
Había una vez en la selva un elefante llamado Elliot, que era muy diferente a los demás elefantes. Mientras ellos pasaban el día jugando y comiendo hierbas, a Elliot le encantaba pintar.
Tenía un talento especial para crear hermosas obras de arte con sus enormes patas. Un día, mientras pintaba un paisaje colorido en medio del claro de la selva, llegó corriendo Max, el mono travieso.
"¡Elliot! ¿Qué estás haciendo? Los elefantes no pintan, ¡eso es ridículo!"- se burló Max. Elliot simplemente sonrió y continuó con su obra maestra.
Pero la noticia sobre el gusto de Elliot por la pintura se extendió rápidamente por toda la selva, y pronto todos los animales fueron a ver sus cuadros. La jirafa Gloria quedó maravillada por los colores vibrantes, el tigre Mateo admiraba la técnica y hasta la tortuga Marta lloró de emoción al ver las emociones plasmadas en cada lienzo.
Sin embargo, no todos estaban contentos con el éxito de Elliot. El león Fernando, que siempre había sido el centro de atención en la selva, estaba celoso de todo el reconocimiento que recibía el elefante artista.
Una noche oscura y tormentosa, Fernando decidió hacer algo malvado. Se acercó sigilosamente al claro donde Elliot guardaba todas sus pinturas y las quemó con una antorcha. Al día siguiente, cuando Elliot descubrió lo ocurrido, sintió un profundo dolor en su corazón.
"¡No puede ser! ¿Por qué alguien haría algo así?"- lloraba Elliot desconsolado. Todos los animales se reunieron para consolarlo y ofrecerle su apoyo. Entonces apareció Max, quien había presenciado todo desde lejos. "Elliot, lamento mucho lo que pasó.
Pero recuerda que tu talento no se fue con las pinturas quemadas. Sigue adelante y sigue creando arte. "-Animado por las palabras de Max y el amor de sus amigos animales, Elliot decidió no rendirse nunca más.
Con valentía tomó un nuevo lienzo en blanco y comenzó a dibujar lo que más amaba: su hogar en medio de la exuberante selva.
Con cada pincelada, Elliot sanaba su corazón herido y transmitía todo su amor por la naturaleza a través de sus cuadros. Pronto volvió a ser conocido como "Elliot el Grande", el artista más querido de toda la selva.
Y desde aquel día triste pero transformador, cada animal aprendió que todos tenemos talentos especiales que nos hacen únicos; solo hace falta creer en nosotros mismos y seguir adelante incluso cuando las adversidades intenten detenernos.
FIN.