El arte del cuidado



Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Clavito, un niño muy curioso y travieso llamado Plablito. A Plablito le encantaba explorar y descubrir cosas nuevas todos los días.

Un día, mientras jugaba en el jardín de su casa, encontró un clavo brillante en el suelo. - ¡Mira lo que encontré! -exclamó Plablito emocionado mientras sostenía el clavo en sus manos.

Su mamá, que estaba regando las plantas cerca de él, se acercó y le dijo:- Ten cuidado con ese clavo, Plablito. Podrías lastimarte si no lo manejas con precaución. Pero Plablito, lleno de entusiasmo, decidió llevar el clavo a su taller de carpintería improvisado para ver qué podía hacer con él.

Con mucho cuidado y atención, comenzó a martillar el clavo sobre un trozo de madera vieja. Sin embargo, en un descuido, se golpeó el dedo con el martillo. - ¡Ay! -gritó Plablito mientras lágrimas brotaban de sus ojos por el dolor.

Su mamá corrió hacia él y le curó la herida del dedo. Mientras lo abrazaba cariñosamente, le dijo:- Te dije que tuvieras cuidado, mi amor. A veces las cosas pueden parecer inofensivas pero es importante ser precavido.

Plablito asintió con la cabeza y prometió ser más cuidadoso en el futuro. Decidió entonces buscar una manera segura de utilizar el clavo sin lastimarse nuevamente. Pasaron los días y Plablito trabajaba diligentemente en su proyecto secreto en el taller.

Finalmente, llegó el día en que Plablito mostró a su mamá su creación: había construido un hermoso barco de madera decorado con brillantes clavos dorados. - ¡Es increíble! -exclamó su mamá sorprendida-.

¿Cómo lograste hacer esto? Plablito sonrió orgulloso y respondió:- Aprendí que incluso algo tan pequeño como un clavo puede convertirse en algo maravilloso si se utiliza con cuidado y creatividad. Desde ese día en adelante, Plablito siguió explorando e inventando nuevas creaciones utilizando sus habilidades aprendidas.

Y cada vez que veía un clavo recordaba la valiosa lección que había aprendido: siempre hay una manera segura y creativa de utilizar las herramientas adecuadas para lograr grandes cosas sin lastimarse.

FIN.

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