El arte sin fronteras



Había una vez un niño llamado Martín que vivía en un pequeño pueblo. Martín era ciego desde que nació, pero eso no le impedía ser feliz y disfrutar de la vida como cualquier otro niño.

Un día, Martín escuchó hablar sobre una competencia de arte en la ciudad vecina. A pesar de su discapacidad visual, él amaba dibujar y pintar con sus manos.

Así que decidió participar en el concurso y mostrarle al mundo lo talentoso que era. Martín le contó a su mejor amigo Juanito sobre su plan y le pidió ayuda para prepararse. Juanito era un niño muy inteligente y siempre estaba dispuesto a ayudar a Martín en todo lo que necesitara.

"¡Juanito, tengo una idea! Quiero aprender a distinguir los colores para poder pintar aún más hermoso. "- dijo emocionado Martín.

Juanito pensó por un momento y luego tuvo una brillante idea: llevarían globos de diferentes colores al parque para que Martín pudiera tocarlos y asociar cada color con las sensaciones táctiles. Así fue como durante días, Juanito se convirtió en el guía de Martín mientras exploraban el parque juntos.

Con cada globo que tocaba, Martín aprendía a reconocer los colores por su textura: el rojo era liso como la seda, el azul tenía pequeñas protuberancias como burbujas, el verde era áspero como una hoja seca, entre otros. Martín practicaba todos los días hasta sentirse seguro de sus habilidades artísticas.

Finalmente llegó el día del concurso y ambos niños viajaron a la ciudad vecina llenos de emoción. Al llegar al lugar del concurso, Martín pudo escuchar el bullicio y las risas de los demás niños.

Aunque no podía verlos, su corazón estaba lleno de alegría y determinación. Cuando llegó su turno, Martín se acercó al lienzo en blanco y comenzó a pintar con sus manos. Utilizaba diferentes texturas para crear formas y paisajes imaginarios.

Los espectadores quedaron asombrados por la creatividad y originalidad de su arte. El jurado evaluó todas las obras y cuando llegó el momento de anunciar al ganador, todos esperaban ansiosos. Finalmente, el presentador dijo:"¡El ganador del concurso es...

Martín!"Martín no podía creer lo que acababa de escuchar. Sintió una mezcla de felicidad, orgullo y gratitud hacia su amigo Juanito por haberlo ayudado en su camino hacia el éxito.

Desde ese día, Martín se convirtió en un artista famoso a nivel nacional. Sus obras eran reconocidas por todo el mundo y él seguía inspirando a otros niños a perseguir sus sueños sin importar las dificultades que pudieran enfrentar.

Y así fue como Martín demostró que la discapacidad visual no era un obstáculo para alcanzar grandes logros. Su historia inspiradora nos enseña que somos capaces de superar cualquier desafío si creemos en nosotros mismos y contamos con el apoyo incondicional de nuestros amigos.

FIN.

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