El artefacto de Martín
Había una vez en un mundo futurista, lleno de tecnología y luces brillantes, un hombre llamado Martín.
Martín era muy pobre y vivía en las afueras de la ciudad, donde los edificios altos y relucientes contrastaban con las casas humildes como la suya. Un día, mientras recogía chatarra para venderla y poder comprar algo de comida, Martín encontró un extraño artefacto entre los escombros. Parecía ser un dispositivo antiguo, cubierto de polvo y con luces parpadeantes.
Sin darse cuenta, Martín activó el artefacto y de repente se vio rodeado por una luz cegadora. Cuando la luz se disipó, Martín se dio cuenta de que algo había cambiado dentro de él.
Tenía una fuerza increíble y podía mover objetos con solo pensarlo. Asombrado por sus nuevos poderes, decidió usarlos para ayudar a los demás. Martín comenzó a patrullar las calles de la ciudad, deteniendo ladrones y rescatando a personas en peligro.
La gente empezó a llamarlo "El Héroe del Futuro" y su fama creció rápidamente. Un día, la ciudad fue amenazada por un villano que quería controlar todas las máquinas y robots para dominar el mundo.
Martín sabía que era su deber detenerlo y proteger a los inocentes. Con valentía y astucia, Martín enfrentó al villano en una épica batalla llena de explosiones y rayos láser. Gracias a sus habilidades únicas, logró derrotar al malvado villano y salvar la ciudad.
La gente lo aclamaba como un verdadero héroe, pero Martín sabía que no necesitaba superpoderes para hacer el bien en el mundo. Lo importante era tener un corazón valiente y generoso.
Desde ese día en adelante, Martín siguió protegiendo a los indefensos y luchando contra la injusticia en su ciudad futurista. Siempre recordaba que incluso el hombre más pobre podía encontrar su destino y convertirse en un verdadero héroe si así lo deseaba.
Y colorín colorado este cuento del Héroe del Futuro ha terminado.
FIN.