El Astronauta de Azúcar



En un lejano planeta llamado Dulcius, vivía Mario Candy, un pequeño astronauta dulce y valiente. Mario Candy era conocido por su increíble habilidad para pilotar su nave espacial de caramelo a través del espacio exterior.

Un día, mientras exploraba una galaxia cercana, Mario Candy se encontró con una nave espacial averiada. Al acercarse para ayudar, descubrió que dentro de la nave estaba Luna Gominola, una astronauta gomosa y amigable que se había quedado sin combustible.

"¡Hola! Soy Mario Candy. ¿Necesitas ayuda?", preguntó Mario Candy con entusiasmo. "¡Oh, gracias! Soy Luna Gominola. Mi nave se quedó sin combustible y estoy perdida en el espacio", respondió Luna con preocupación.

Mario Candy no dudó ni un segundo y decidió remolcar la nave de Luna Gominola hasta el planeta Dulcius para poder repararla.

En el camino, compartieron historias sobre sus aventuras espaciales y se dieron cuenta de que tenían mucho en común a pesar de ser tan diferentes. Al llegar a Dulcius, Mario Candy presentó a Luna Gominola a sus amigos alienígenas dulces: los Chocolatitos Brillantes y las Malvaviscas Saltarinas.

Juntos trabajaron arduamente para reparar la nave de Luna Gominola y asegurarse de que estuviera lista para volver al espacio. "¡Gracias por toda tu ayuda, Mario Candy! No sé qué habría hecho sin ti", dijo Luna Gominola emocionada. "Ha sido un placer ayudarte, Luna.

¡Los amigos siempre están ahí cuando más los necesitas!", respondió Mario Candy con una sonrisa. Justo antes de partir, los habitantes de Dulcius organizaron una gran fiesta en honor a la valentía y amistad demostradas por Mario Candy y Luna Gominola.

Hubo música, baile y por supuesto ¡mucho pero mucho dulce! Luna Gominola prometió regresar pronto a visitar a sus nuevos amigos en Dulcius, mientras que Mario Candy se preparaba para su próxima aventura en el espacio exterior.

Y así fue como Mario Candy aprendió que la verdadera amistad trasciende las diferencias y que siempre es importante ayudar a los demás en momentos de necesidad.

Desde entonces, cada vez que miraba las estrellas en el cielo nocturno recordaba con cariño la increíble aventura vivida junto a su nueva amiga Luna Gominola en aquel lejano planeta llamado Dulcius.

FIN.

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