El astronauta Martín y los mocos intergalácticos

Martín era un valiente astronauta intergaláctico que siempre soñó con explorar los más recónditos lugares del universo. Un día, mientras se encontraba en una misión espacial, de repente sintió un estornudo. -¡Achís! - exclamó Martín.

Pero para su sorpresa, al estornudar, sus mocos salpicaron la visera de su casco, dificultando su visión y poniendo en peligro la misión. Luchando contra la incomodidad y la vergüenza, Martín intentó limpiar la visera con su guante, pero solo logró empeorar las cosas.

Desesperado, se dio cuenta de que necesitaba encontrar una solución rápida. Recordó las enseñanzas de su abuela, quien siempre le decía que los problemas son oportunidades disfrazadas. Entonces, Martín decidió convertir su problema en una oportunidad.

Utilizó su creatividad e ingenio para diseñar un sistema automático, incorporado en el casco, que le permitiera limpiar la visera en caso de un estornudo repentino.

Con determinación y esfuerzo, Martín construyó un pequeño robot limpiador que, al detectar mocos en la visera, activaba un limpiador especial para dejarla impecable. Gracias a su invento, Martín pudo continuar con sus misiones espaciales sin preocuparse por los estornudos inoportunos.

Su solución innovadora se convirtió en un gran ejemplo para otros astronautas, inspirándolos a encontrar respuestas creativas a los desafíos que enfrentaban en el espacio. A partir de ese momento, Martín comprendió que, con perseverancia y creatividad, cualquier problema puede transformarse en una oportunidad para brillar.

Y así, junto a su robot limpiador, el astronauta Martín continuó explorando el universo, dejando huella por su valentía, ingenio y capacidad para convertir los obstáculos en oportunidades.