El atraco en el shopping



Era un día soleado en Buenos Aires y Virna, Lisa y El Fula decidieron ir de compras al shopping.

Las tres amigas estaban muy emocionadas por pasar el día juntas, pero lo que no sabían es que iban a vivir una aventura inesperada. Al llegar al shopping, las chicas se dividieron para hacer sus compras. Lisa quería comprar ropa nueva para el invierno, Virna necesitaba zapatos nuevos y El Fula quería encontrar algún juguete divertido.

Mientras caminaban por los pasillos del centro comercial, escucharon un fuerte ruido. Al principio pensaron que era solo alguien tirando algo al piso, pero luego vieron a un ladrón corriendo con una bolsa llena de joyas robadas.

-¡Tenemos que hacer algo! -exclamó Lisa preocupada. -¡Sí! ¡No podemos dejarlo escapar así como así! -agregó Virna valiente. Pero El Fula tenía otra idea en mente: -Esperen chicos, tengo una idea mejor. Siganme.

Las chicas miraron a El Fula con curiosidad mientras lo seguían hasta la tienda de deportes más cercana. Allí encontraron todo lo que necesitaban para atrapar al ladrón: patines, pelotas y raquetas de tenis. -Si trabajamos juntos podemos atraparlo -dijo El Fula convencido-.

Yo voy a distraerlo mientras ustedes lo rodean por detrás. Sin pensarlo dos veces, las chicas siguieron el plan de su amigo.

Mientras El Fula distraía al ladrón con sus trucos de malabarismo, Lisa y Virna se acercaron por detrás y lo rodearon con las pelotas de tenis. Cuando el ladrón intentó escapar, se tropezó con una de las pelotas y cayó al suelo. -¡Lo logramos! -exclamaron las chicas emocionadas mientras los guardias del shopping llegaban para arrestar al ladrón.

Después de la aventura, Virna, Lisa y El Fula se sentaron a descansar en un banco del centro comercial. Estaban exhaustos pero felices por haber trabajado juntos para resolver un problema importante. -Estoy orgullosa de ustedes chicos -dijo Lisa sonriendo-.

Juntos somos un gran equipo. -Yo también estoy orgulloso -agregó El Fula-. Y además me divertí mucho jugando con todas estas cosas nuevas. Virna asintió con la cabeza mientras miraba a sus amigos con cariño.

Sabía que había encontrado dos grandes amigos en ellos, y que juntos podían enfrentar cualquier desafío que la vida les presentara.

FIN.

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