El Audífono Mágico de Alicia


Había una vez una niña llamada Alicia, quien era muy dulce y amorosa. A pesar de tener un adifono para poder escuchar mejor, disfrutaba mucho jugar con sus amigos en el parque.

Alicia tenía un audífono especial que le ayudaba a oír los sonidos claramente. Era su tesoro más preciado y siempre lo llevaba puesto en su oreja derecha.

Sin embargo, había algo muy importante que Alicia siempre les decía a sus amigos: "Por favor, sean respetuosos y no toquen mi audífono". Un día soleado, Alicia se encontraba jugando en el parque con sus amigos Lucas y Sofía. Estaban corriendo alrededor del tobogán y riendo sin parar. De repente, Lucas tropezó y cayó al suelo.

- ¡Ay! ¡Me lastimé la rodilla! - exclamó Lucas mientras se sostenía la pierna. Alicia rápidamente se acercó a él para ver si estaba bien. - ¿Estás bien, Lucas? - preguntó preocupada.

- Sí, solo me duele un poco - respondió Lucas con una mueca de dolor. Sofía miraba la situación con curiosidad y notó algo brillante en el oído de Alicia. - Oye, Alicia...

¿Qué es eso que tienes en tu oreja? - preguntó Sofía señalando hacia el audífono. Alicia sonrió amablemente pero firmemente dijo:- Eso es mi audífono. Me ayuda a escuchar mejor porque tengo dificultades auditivas. Por favor, sé respetuosa y no lo toques. Sofía asintió entendiendo perfectamente y se disculpó por su curiosidad.

Pero Lucas, aún con el dolor en la rodilla, no pudo resistir la tentación de tocar el audífono. - ¡Oh! ¿Puedo ver cómo funciona? - preguntó Lucas mientras estiraba su mano hacia el audífono de Alicia.

Alicia se alejó rápidamente y dijo:- Lo siento, Lucas, pero te pedí que no lo tocaras. Mi audífono es muy importante para mí y si lo dañas, no podré escuchar bien. Lucas se sintió triste por haber ignorado la petición de Alicia.

Se dio cuenta de que había sido irrespetuoso y egoísta. - Lo siento mucho, Alicia. No debería haber intentado tocar tu audífono sin tu permiso. Entiendo cuán valioso es para ti.

Alicia sonrió y aceptó las disculpas de Lucas. - Gracias por entenderlo, Lucas. Todos cometemos errores a veces, pero lo importante es aprender de ellos.

Ahora, ¿qué tal si vamos a buscar un pañuelo para limpiar esa herida en tu rodilla? Lucas asintió emocionado ante la idea y juntos fueron en busca del pañuelo mientras Sofía los seguía detrás. Desde aquel día, Lucas nunca volvió a intentar tocar el audífono de Alicia sin su permiso.

Aprendió a ser respetuoso con las pertenencias personales de los demás y entendió que todos somos diferentes y tenemos necesidades distintas. La amistad entre Alicia, Lucas y Sofía se fortaleció aún más gracias a ese incidente.

Juntos aprendieron sobre la importancia del respeto mutuo y la importancia de aceptar las diferencias de los demás.

Y así, Alicia continuó siendo una niña dulce y amorosa, disfrutando de su tiempo con sus amigos en el parque, siempre recordando a todos que ser respetuoso es fundamental para mantener una amistad fuerte y duradera.

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