El auto del abuelo


. Cada vez que Toto visita a su abuelo, lo primero que hace es correr hacia el garaje para jugar con el auto de Toti.

Aunque no puede conducirlo en la calle, Toto se sienta en el asiento del conductor y gira el volante mientras su abuelo le ayuda a apretar los pedales. - ¡Vamos, Toto! ¡Gira el volante hacia la derecha! - grita Toti emocionado.

- ¡Sí, sí! - responde Toto con una sonrisa gigante en su rostro. Los dos juegan así por horas hasta que llega la hora de merendar. Pero un día, mientras jugaban como siempre, algo inesperado ocurre: Toto sin querer presiona el pedal del acelerador y comienza a moverse lentamente hacia adelante.

Toti rápidamente corre al lado del auto para detenerlo pero antes de poder hacerlo, Toto ya ha avanzado varios metros. - ¡Toto! ¿Qué has hecho? - exclama Toti preocupado.

Toto se ríe y sigue girando el volante mientras avanza lentamente por el garaje. Al ver la emoción en los ojos de su nieto, Toti decide dejarlo seguir jugando pero esta vez le enseña cómo manejar mejor el auto.

- Muy bien, ahora debes mirar hacia adelante y mantener las manos firmes en el volante - explica Toti pacientemente mientras ayuda a su nieto a conducir más seguramente. A partir de ese día, cada vez que visitan al abuelo Toti, Toto aprende algo nuevo sobre cómo manejar un auto.

Poco a poco va ganando confianza y habilidad, hasta que un día, cuando ya es un poco más grande, Toti le permite conducir por el jardín.

- ¡Mira, abuelo! ¡Estoy manejando yo solo! - grita Toto emocionado mientras gira el volante con confianza. Toti sonríe orgulloso de su nieto y piensa en lo mucho que ha aprendido gracias a su amor por los autos.

Aunque sabe que aún faltan muchos años para que Toto pueda conducir legalmente en la calle, está seguro de que ese día llegará y sabe que estará ahí para apoyarlo. La historia de Toto nos enseña la importancia del amor y la paciencia al enseñar algo nuevo a alguien más joven.

También nos muestra cómo podemos encontrar pasatiempos divertidos y educativos para compartir con nuestros seres queridos.

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