El Autorretrato de la Comprendida Diferencia



Había una vez dos hermanos, Martín y Julia. Martín era alto y delgado, con ojos verdes y el pelo liso y rubio como el trigo maduro.

Julia, en cambio, era baja y rellenita, con ojos cafés y el pelo rizado y oscuro como la noche. A pesar de ser hermanos, eran muy diferentes en apariencia física, y por esta razón, a menudo se burlaban el uno del otro.

Martín se mofaba de la estatura de Julia, mientras que Julia se reía del color claro del cabello de Martín. Esta situación entristecía mucho a su mamá, quien anhelaba que sus hijos se llevasen bien y se respetaran mutuamente.

FIN.

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